La villa de Manzanares el Real se encuentra a unos 45 km. de la capital, al norte, al pie de la sierra de Guadarrama y es la entrada a La Pedriza, importante paraje natural, muy visitado y puesto en valor por el excursionismo madrileño desde principios del siglo XX. Pasando el río del mismo nombre por el municipio es un lugar estratégico para el control del cauce y del puente que desde tiempos medievales aquí se encuentra. 

Aunque no hay demostración de presencia romana hubo de haber población en tiempos visigóticos y aún musulmanes, aunque su verdadera historia comienza con la reconquista de estos territorios al sur de Segovia y al norte de Madrid, dualidad que ha marcado su historia, pues la rivalidad entre ambos concejos por la posesión de estas tierras hizo que el rey Alfonso X las incorporara al patrimonio real, haciendo de ellas el llamado Real de Manzanares, un importante alfoz que englobaba la villa y otras aldeas y lugares en una zona extensa. Esta incorporación al patrimonio real no fue óbice para que después el rey Juan I, a fines del siglo XIV, cediera el territorio a Pedro González de Mendoza. Posteriormente, pasó por matrimonio a manos de otros miembros de la nobleza, hasta que en el siglo XVIII regresó a posesión de los Mendoza. La importancia histórica del lugar se muestra aún hoy por el imponente castillo de finales de siglo XV, rehecho con los materiales de otro anterior, el llamado Castillo Viejo, situado aún hoy apenas a doscientos metros del primero, junto al puente medieval y el río.