BELASCO
El antropónimo Belasco es uno de los nombres personales más característicos y oscuros de la onomástica hispánica. Es, por lo demás, uno de los más populares en tiempos medievales en todo el norte del territorio. Con seguridad es un antropónimo no latino, no germánico. Existe toda una larga tradición de explicación, como no podía ser de otra manera, a partir del vasco, pero ello no seguro. Aparecen ejemplos en el noroeste desde el siglo VIII, algo antes que en la zona central vasco-navarra y en zona noreste, donde lo hacen a partir del siglo IX y X respectivamente. El antropónimo masculino Belasco (latinizado a veces en Belascus) conoce una variante sin vocal Blasco en las zonas central y este. Da lugar a derivados del tipo Belascone, Belasculus, Belascutti y patronímicos muy abundantes como Velasquiz, Velascoz, etc. Hay también testimoniada desde antiguo la forma femenina Belasca, con derivados Belaschina, Belasqueta, etc. Detalles, ejemplos, discusión pormenorizada de las teorías y bibliografía muy abundante en HRN s.v. Su pervivencia actual en apellidos es enorme, en los diferentes idiomas: cast. Velázquez, Velásquez, Valázquez, Blázquez, Brázquez, Blásquez; gall. Vázquez, Vásquez, Vasquez, port. Vasquez, Vaz, cat. Balasc, Balasch, Balach.
Redacción: E. Nieto Ballester