FĪCUS
En latín clásico, FĪCUS era un sustantivo femenino que podía significar tanto el fruto de la higuera como el árbol mismo (André_1985: 104; DCECH, s. v. higo). La voz ha dejado descendientes —regulares en cuanto a la evolución fonética en cada caso— en todas las lenguas iberorromances (higo en castellano; figo en gallego, portugués y aragonés; figu en asturiano; y figa en catalán y en algunas variedades aragonesas). Además, el euskera piku 'higo' también tiene su origen etimológico en el lat. FĪCUS, con conversión en labial de la labiodental inicial, como ha sucedido en otros muchos préstamos.
Para llegar a higuera (o a figueira y figuera en los ámbitos gallego-portugués y catalán, respectivamente), hay que partir de la voz FĪCARIA (REW, 3278a), formada con adición del sufijo -ARIA al radical. No obstante, FĪCARIA no parece que haya tenido rendimiento en latín clásico. Solo la encontramos anotada en Plinio como nombre de una isla cerca de Cerdeña (Naturalis Historia, III, 37): «duas insulas quae vocantur herculis, a sulcensi enosim, a caralitano ficariam». Corominas (DCECH, s. v. higo) ofrece el año 1070 como primera documentación del derivado fikera, pero no cita ningún ficaria, aunque en OnCat (IV: 217) sí menciona la existencia de un Ficarias, en referencia a la actual población de Figueras, en un documento del siglo X.
Redacción: J. A. González Salgado