MANCIA
El antropónimo latino MANCIUS, no muy frecuente, probablemente estaba en relación con el cognomen etrusco MANCIA. Parece haber dado lugar a derivados como MANCILLUS, MANCINUS, etc. Aparece en textos medievales como Manzo, Maço, Manxo. La forma femenina es MANCIA, documentada en época latina, y en la Edad Media hispánica a partir del año 1050 ya como Mencia, aunque la forma Mancia también aparece en el siglo XI. Son pocos los casos en las zonas central y oriental. Son llamativos el cambio del acento y el cierre de /a/ en /e/, pero la identificación de ambos nombres, Mancia y Mencía parece segura (HRN, s.v. MANCIUS). En general la documentación de los siglos XIII, XIV e incluso XV nos proporciona un número no escaso de presencias del antropónimo, para ir cayendo después en desuso.
Redacción: E. Nieto Ballester