La localidad está hoy integrada en el municipio de Horcajo de la Sierra-Aoslos, al norte de la provincia de Madrid, en la Sierra Norte, dentro del llamado Valle Medio del Lozoya, a algo más de 1000 m de altitud. El núcleo histórico se emplaza en una posición elevada, en el cerro de Los Altillos, en las estribaciones meridionales del macizo de Somosierra y en un contexto de arroyos tributarios del río Madarquillos. El término municipal, de pequeña extensión y con fuerte compartimentación orográfica, limita con otros asentamientos serranos de antigua tradición ganadera, como Madarcos, Horcajuelo de la Sierra, Piñuécar-Gandullas, Robregordo o La Acebeda. La  localidad ha estado siempre en el ámbito de la Tierra y señorío de Buitrago. Su origen se vincula a procesos de repoblación bajomedieval ligados al aprovechamiento de pastos y al control del eje viario que comunica la Meseta con el norte peninsular a través del puerto de Somosierra. La elección del emplazamiento sobre una altura dominante sugiere una función inicial tanto defensiva como de vigilancia de rutas ganaderas y comerciales