EXIMINO
El antropónimo Eximino, que reproducimos como étimo así de forma convencional según HRN s.v., es un antropónimo característico de la península Ibérica. Aunque no esté documentado en época antigua es probablemente prerromano. Su origen último está aún pendiente de acuerdo. Se ha propuesto ponerlo, con todo, en relación con hebreo Simeón, lo que no parece más que una relación que, ciertamente, se ha dado en algún caso en tiempos medievales, pero ha sido debida a una suerte de etimología popular. Una hipótesis más verosímil, aunque tampoco segura, es relacionar el nombre con el término vasco seme, que significa "hijo". Ello implicaría una forma palatalizada de /s/ inicial, una palatalización afectiva-diminutiva que, en efecto, se da en esta lengua precisamente en términos de este campo léxico (puede verse, de esta manera, aquí mismo el étimo AITA, "padre", con /t/ palatalizada en su uso como nombre propio en el antropónimo castellano Echa). Estamos, pues, en última medida ante el antropónimo Jimeno / Jimena que fue especialmente popular en tiempos pasados, aunque haya caído en desuso desde hace siglos. El patronímico correspondiente, Jiménez, Giménez, sin embargo, por razones obvias, sigue teniendo gran frecuencia.
Sus testimonios más antiguos remontan al 745 en la zona noroeste con la forma Gemeno, seguida inmediatamente de Exigimeno en 760 mientras que en la zona vasco-navarra hallamos en 850 Exemeno y en la zona central castellana Eximino en 867. Los testimonios de la zona noreste son mucho menos abundantes, pero aparecen desde el 877. Las formas femeninas correspondientes son menos abundantes, pero presentan las mismas variantes gráfico-fonéticas, tales como Xemena, Exsemena, Scemena, Escemena, etc.Ha dado lugar a derivados patronímicos como Exemeniz, Scemenoz y algún otro derivado y compuesto. El nombre permanece hoy cast. Jimeno/Jimena, port.-gall. Ximeno, Ximena y, sobre todo, en los frecuentísimos patronímicos cast. Jiménez, port. Ximenes, cat. Ximenes, Ximinis, Eiximenys, Eiximenis, aunque en muchos casos se trata sin duda de adaptación de la forma castellana (eso parece al menos en catalán).
Estos grandes problemas etimológicos tienen mucho que ver con las distintas grafías que hallamos de la consonante inicial a la que se acaba de hacer mención y con el hecho de que también está sometido a discusión si la vocal /e/ que hallamos en ocasiones pertenece o no pertenece al nombre propiamente hablando o es una vocal protética. Todo este conjunto de problemas hace que, como se ha señalado al principio de esta breve, pueda considerarse como muy probable que este nombre sea prerromano, pero aún dudoso en su detalle último.
Como en otras ocasiones, puede verse detalles sobre la cuestión, amplia bibliografía y estudio y relación de casos para posibles usos estadísticos (ante lo que seríamos bastante escépticos) en el estudio ejemplar de HRN s.v.
Redaición: E. Nieto Ballester