Babilafuente
Tipoloxia o caracterització xeogràfica
Étimo
Resum general
El topónimo salmantino parece traslado toponímico de Aguilafuente (Segovia), lugar del que se disponen de citas más antiguas. En origen, se trataría de un sintagma nominal *Baguiel de la Fuente. Bago 'partida de viñedos' es término muy común en el Medioevo salmantino y zamorano, pero puede haber tenido correspondencias en el interior de Castilla, donde actualmente predomina la forma pago, con variantes toponímicas pavo. En el topónimo inicial, el segoviano, la forma B- puede deberse a mozarabismo.
Aspectes geogràfics, històrics, administratius
Babilafuente, municipio perteneciente desde 1833 a la provincia de Salamanca, está encuadrada en el partido judicial de Peñaranda y la comarca llamada de las Villas; en lo eclesiástico era del arciprestazgo de Valdevilloria. Fue de señorío, perteneciendo hasta las Comunidades a la familia Maldonado; tras 1523, el término pasó a pertenecer a la casa ducal de Alba.
Información específica de étimo para este topónimo
Introducción
Debemos las primeras propuestas etimológicas a sendos historiadores. Sánchez Albornoz sugirió, con dudas, un origen en *Fáfila fonte ‘fuente de Fáfila’ (SAlbornoz_1966: 354). Julio González prefirió una opción plenamente romance, modificada por fonética sintáctica, partiendo de *Bago de la fuente, en la acepción ‘partida de tierras’ aplicable a bago / pago (ExtremCastellana 335). Llorente sigue, sin citarlo, a Sánchez Albornoz (LlorTopSalamanca 39, discurso pronunciado en 1969; lo secundan, entre otros, Coca_1999: 422). Son interesantes los detalles con que avala su opción. Fáffila > Bábila se debería a una sonorización de la -f- intervocálica, con ulterior asimilación de la f- inicial al carácter bilabial y sonoro de la -b-. Los dos elementos de este término compuesto seguirían el orden ascendente propio de las lenguas germánicas (primero el determinante, luego el determinado; no lo indica Ll., pero es también el orden propio de los topónimos compuestos vascos), en vez del orden descendente de las lenguas romances. En Francia, no así en Castilla, son frecuentes, en efecto, los topónimos alusivos al antropónimo señorial basados en el orden germánico, del tipo Bierville, Farincourt, Faulquemont, Charlefontaine.
La mayor antigüedad de las citas del topónimo segoviano (que anteceden en unos ochenta años a las de Babilafuente), y la singularidad del topónimo, son factores que han llevado a sugerir que el Babilafuente salmantino es un traslado, un nombre evocador de origen, impuesto por repobladores segovianos (CabildoSegovia 180). No faltan ejemplos similares en la provincia de Salamanca (Segovia de Sacedón, Segovia del Doctor, Segoyuela de los Cornejos, Segovia la Chica, Sepúlveda, Cuéllar) (LlorTopSalamanca 114, RepoblaciónSDuero 38). Es sintomático que Cuéllar, villa segoviana que dista 25 km de Aguilafuente, tenga también un doblete en la provincia de Salamanca, documentado desde 1480 (PobMedSalmantino 327). También es de interés el hecho de que en el mismo término de Babilafuente hay un paraje El Viniegro (1905 PÑL), posible etnónimo vinculado al pueblo abulense de Viñegra. Si estamos ante un traslado toponímico, es el Baguilafuente segoviano el que debe ocuparnos.
La consistente presencia de Baguila como primer formante hace muy improbable un hipotético *Fáfila. El doble proceso sonorizador y asimilativo postulado por Llorente no se habría producido en fecha tan temprana y de forma simultánea en ambas localidades: excesiva casualidad. Los topónimos en que un NP Fáfila ha sido reinterpretado por asociación etimológica constan en las citas medievales con la forma etimológica: las evoluciones son posteriores.
Citemos dos casos: un paraje La Fáfila (Fuentesaúco ZA 1907 PÑL) figura en un documento medieval como Fafila, lugar cercano a Fuente la Peña (1175 LprivSJuanJerusalén); Valde fafila, en el deslinde de La Bóveda y Toro (1493 Ojeda_1997: 433). Este antiguo paraje presenta una doble transmisión: La Fáfila en tº de Fuentesaúco, pero Arroyo de Valdeáguila, Valle de Águila (1907 PÑL) en la raya con el colindante tº de Fuentelapeña y un camino Carreáguila en el mismo término (cf. FSaúco 363, 366). Sin duda es el mismo topónimo de origen, con dos evoluciones diferenciadas. En León, la referencia a una viña, «uinee de Fafilanes» (1199 CDSahagún 4 § 1531, p. 566) lleva a Vignau (DicSahagún 652) a considerar que dicho paraje pervive como Gavilanes [de Órbigo] LE; ello es negado por Piel y Kremer (HGN 125) sin dar razón. Nótese que, en ambos casos, los documentos del s. XII muestran la forma etimológica. Más insólito aun sería que ya en 1137 se hubiera evolucionado, en caso de partir de aquí, a la forma Baguila, que, por otro lado, no consta documentalmente en ninguna parte dentro de la copiosa serie de descendientes del NP Fáfila.
Pero el argumento definitivo es el orden de la construcción (determinante-determinado, al modo germánico): es totalmente ajeno al paisaje toponímico de la región. No hemos encontrado ningún caso comparable. Colindante con Aguilafuente es el pueblo de Fuentepelayo, que muestra el orden tradicional.
Ahora bien, si el topónimo principal es el Baguilafuente segoviano, dada la intensa participación de pobladores vascones en el Medioevo provincial, ¿sería demasiado atrevido postular una construcción sintácticamente vascuence, comparable a Ojacastro (Castro del río Oja)? Peterson (2023: 83, 129) destaca en un interesantísimo estudio este hecho sintáctico en el topónimo Ojacastro, aludiendo a otros ejemplos similares en el entorno, como Punicastro y Berantevilla. Pero, aplicado al área segoviana, ello parecería bordear lo inverosímil, pues, a diferencia de Ojacastro, situado en área donde se habló vascuence y donde la toponimia menor es de dominante vasca, Aguilafuente está en área plenamente castellana, donde la posible habla vascona de los pobladores no pudo perdurar. Por otra parte, no encontramos un nombre personal del tipo Baguila en la onomástica vasca. Aun así, ante las dificultades que suscita el topónimo, puede apuntarse como digna de exploración esta vía, aunque sea tan improbable que apenas tiene viabilidad.
Por seguir sobre la pista germánica (dejando momentáneamente de lado tanto el pormenor fonético como la casi inapelable objeción sobre el orden determinante-determinado), podría acudirse, muy aproximativamente, a un nombre personal como el que propone Corominas para la propia ciudad de Ávila, un gótico Awilô, o el masculino Awila, descartando la identificación tradicional con una Abula, Abla u Obila prerromana (Corominas_1971, I: 59). Pero Piel y Kremer (HGN 59) descartan rotundamente tal conexión, reafirmándose en la identificación con el primitivo nombre de la ciudad, a la que sucesivos concilios, hasta el s. VII, nombran Obila, Abula, Abela, Abala (Fabián_2007: 99). En todo caso, los testimonios tempranos del tipo Baguila- alejan rotundamente en [A] y [B] cualquier conexión con este supuesto NP Awila, que solo sería aplicable al Auilafontes del oeste salmantino: aunque, como hemos señalado, su cercanía a Arevaliello hace pensar en un traslado desde el área segoviano-abulense.
Más convincente en lo fonético sería partir de la raíz presente en el antiguo alto alemán bâga ‘querella, disputa’, que muestra algunos resultados en el área catalana y aragonesa, con nombres personales Bagilone, Bagilo, Bagelo, datados en el s. x (HGN 95, GermPNKat 77, BoullónAntrMedGal 148). Kremer no descarta que el frecuente NP Bela, generalmente tenido por antropónimo vasco, pueda proceder ocasionalmente de un gótico *Bagila / Begila > Beila > Bela (HGN 99, GermPNKat 86). Encontramos de nuevo dificultades, dada la extremada rareza de esta familia en la onomástica peninsular, así como las inseguridades de atribución que la rodean.
Nuestra propuesta
Contemplemos ahora la hipótesis de un sintagma «bago de la fuente», o, preferiblemente, «baguiello de la fuente», «baguiello la fuente». En el dominio asturianoleonés encontramos algún topónimo afín: Vago de la Fuente (San Feliz de la Vega LE mtn25); El Vago de la Fuente (Villafáfila ZA 1763 VillafáfilaHist 409-410); Pago de la Fuente (Moraleja de Matacabras AV 1903 PÑL). Rost (2017: 268) muestra que las resultantes de la preposición de en sintagmas polisilábicos se sitúan en un continuo que va desde la hiperarticulación (la preposición se pronuncia con refuerzo articulatorio) a la elisión, con estados intermedios del tipo «el vago e la fuente». Urdiales señala que la omisión de la preposición en las hablas leonesas depende de factores que no son exclusivamente fonéticos, mostrando una casuística rica en posibilidades; ofrece ejemplos de elisión en León, como el sendero la Pelada (Urdiales_1994: 197), así como otros que citamos nosotros: Montelarreina, Fuentesaúco, Villaobispo, Fuente el Carnero, Fuente la Peña ZA; Vegalafonte AST, Fuentelcésped BU, Fuentelahiguera GU. ¿Sería aplicable un proceso similar para un topónimo antiguo como Baguilafuente?
Bago es común en la toponimia salmantina. Frecuentemente alude a partidas de viñas. En Cantalpino, el CME distingue el Bago del Monte y el Bago hacia Riolobos. En Moriscos, el Sendero del Bago (Adelante 7.3.1861). En Sanctispíritus, el Bago de los Molinos (BVBNS 19.8.1856). En tiempos medievales, bago es término general para aludir a las áreas separadas que se dedican al viñedo en cada aldea. Una viña «in bago de Uila Maior», otras «in bago de vega de Villa Mayor» (1224, 1263, CDCatedralSalamanca § 162, 304, respectivamente p. 246, 429). Otros ejemplos: El Vago Chico (Castellanos de Moriscos), El Bago Chico y Bago Açedo (Arcediano), Vago Frío (La Cruz y Villaselva), El Vago de Fondo (Santa Marta), Vago Mediano (Narros del Río), «otra viña en este mesmo vago» (Sotrobal), El Vago (Moriscos) (1402-1405 LApeosCatedralSalamanca 45, 48, 159, 163, 237, 239, 260, 310, 343). En los cartularios medievales de la catedral de León, Trianos, Carrizo, Sandoval, Eslonza, Villalobos, Villalpando y muchos otros fondos documentales desde León a Salamanca es común bago ‘partida de viñas, área donde están reunidos para su guarda conjunta varios viñedos’. Se trata sin duda de una variante del más común pago ‘paraje, distrito agrícola’ (latín PAGUS), que desde el s. XI al menos se especializa para designar áreas dedicadas al viñedo (DCECH s.v. pago; ÁlvarezMaurín_TermTop 161-162).
Creen Corominas y Pascual que la forma leonesa bago, que ya consta en el Fuero de Salamanca, es un mozarabismo, atendiendo a la tendencia a mudar la p- en b- propia de las hablas arabizadas. Sorprende sin embargo la ausencia de bago en Castilla, por lo que puede haber concurrido otra causa, la confluencia de pago con una voz de otro origen, bago (lat. BACA ‘fruto de cualquier planta', DCECH s.v. baga), cuyo sentido en el cuadrante NW peninsular es ‘uva, grano de uva’. La metonimia desde ‘uva’ a ‘viñedo’ (locuciones del tipo «es viña de buen bago») puede haber propiciado el tránsito pago > bago. Dado que bago ‘uva’ no tiene vigencia en el castellano central, allí no se ha producido el tránsito pago > bago. Es preferible esta hipótesis de cruce a la que suscribíamos en otro lugar, sobre la base del adjetivo VACUUS ‘vacío’, i. e. ‘trozo de terreno vacante o disponible; tierra sin cultivar’ (ÁlvarezMaurín_TermTop 162; ParcelarioTop 185). En efecto, tal cruce podría haberse registrado en cualquier punto de la meseta; pero los datos documentales muestran que bago ‘partida de viñas’ solo consta documentalmente en la franja leonesa, precisamente donde tiene vigencia bago ‘uva’.
Pero esto plantea más de una dificultad. Por un lado, un topónimo que figura tempranamente en diplomatarios regios, como es Aguilafuente, mostraría resistencia a grafiarse en todos los casos con descuido articulatorio, *Baguiello la fuente > *Baguielafuente > Baguilafuente (a menos que este proceso se hubiera completado antes de 1137). En algún paso de la cadena documental se habría restituido la forma íntegra del sintagma. Por otro lado, si se sostiene que Aguilafuente (antes Baguilafuente) es el topónimo fundador, del que deriva por traslado el Babilafuente salmantino, habría de comprobarse antes de dar por bueno un étimo *bago de la fuente que la voz bago haya tenido circulación en Segovia (la dirección pobladora inversa, de Salamanca a Segovia, no parece históricamente defendible). Todo indica que no, pues lo que encontramos es la forma castellana, pago, frecuente en la documentación medieval de Ávila. Hacia 1303 lo que consta en el Becerro de visitaciones de casas y heredades abulense (DocMedCatedralÁvila) es siempre Pago, El Paguiello, aplicado a áreas de viña. En tierra de Cuéllar, una viña carrera del Pago (1430 CDCuéllar § 370, p. 674). En Soria, una viña en el Pago de en Medio (1637 CorLexIn).
Ahora bien, pago no era la única forma disponible en el dominio ibérico; en el vecino Cuéllar, un documento de 1343 alude a unas viñas situadas en el pauo de Val de la Dueña (CDCuéllar § 117, p. 308). En 1443, dos viñas «al Pauo, detrás de la Horca» (CDCuéllar § 458, p. 947). Ello apunta a que, junto a pago, pudieron existir en el área castellana variantes asimiladas del tipo pavo, y tal vez *bavo, bago: es dato que deja entreabierta la puerta a una forma primitiva *bago de la fuente, *bavo de la fuente en el topónimo segoviano. Esta variante pavo tuvo difusión extensa: en el fuero de Sepúlveda, de hacia 1295, se prescribe una ordenanza para «todo omne que vinna oviere en pauo» (FSepúlveda 114); en 1283, en las proximidades de Madrid, unas viñas «en el pauo de Fuentalua» y otras en «el pauo de los Manielos» (DStoDomingoReal 32); en 1396, en Vicálvaro M, «el pauo que disen del Retamal» (DocLingCastilla 408); en 1236, en San Miguel de Villamayor de Treviño BU, unos majuelos entre «el pauo de Arniellas hi el pauo de Melgar» (creloc). En la colección de San Salvador de Oña se menciona «en el pauo de Arroio una uinea» (1144 CDOña I: 230, DocLingCastilla 67). En Daganzo M, una «viña en el pabo que dicen de las Longueras» (1588 CODEA; véase en AMDaganzo 39, 52, 58, 161, 166).
De hecho, constatamos la presencia de topónimos como El Pavo (Mancera de Arriba AV, Riaza SG, Vertavillo P, Matamala de Almazán SO), El Pavillo (Castronuevo de Esgueva VA 1750 SanzTopnValladolid 305, 325; Cojóbar BU 1909 PÑL; Paredes de Nava P 1916 PÑL; Garcillán SG; Carbonero el Mayor SG; Cabañas de Polendos SG; Villaverde de Íscar SG), que probablemente son, en su mayoría, alomorfos de pago (lat. PAGUS). Por ejemplo, La Fuente del Pavo (Mancera de Arriba AV 1905 PÑL) figura como Fuente del Pago en el CME. Esta variante pavo no es recogida por el DCECH, pero en la colección de Ovarra se menciona en 862 «in pao» (‘in pago’); en Ribagorza, hacia 1000, «in pau Sovertense»; de ahí una aldea ampurdanesa Pau (DCECH s.v. pago; DECAT s.v. pagès; OnCat s.v. Suert, Sort). Una lenición similar puede haberse dado en la Meseta, donde algunos topónimos Payo podrían responder a una articulación antihiática partiendo de *Pao. En El Guijo de Ávila SA, El Pago (1900 PÑL) consta también como El Payo (mtn25, MapaCatastral). En Sinlabajos AV, un paraje de viñas se llama El Pao (CME) = El Pau (1903 PÑL). El paraje citado como El Vago Chico en 1402 (Castellanos de Moriscos SA LApeosCatedralSalamanca 159) pasa a figurar como Bao Chico, Vado Chico en 1752 (CME), camino de Bauchico en 1959 (PÑL). En Constanzana AV, un paraje El Solpadillo (CME) figura otras veces como Solpaguillo, evidencia de que la forma popular era *sol paíllo. Señales, pues, de una marcada plasticidad en una voz de escaso cuerpo fonético.
Por lo tanto, este polimorfismo que mostramos en los descendientes de PAGUS abre la puerta a que Baguilafuente sea, en efecto, un primitivo *paguiello de la fuente, apocopado por proclisis, *paguiel la fuente, con elisión; el hecho de que la cadena toponímica se haya soldado tempranamente, y el núcleo en forma diminutiva, habrán incrementado la plasticidad evolutiva; la formación del topónimo segoviano será antigua, al menos del siglo X u XI, y habrán intervenido fenómenos propios de la fonética mozárabe o asimilaciones primitivas, así como una temprana proclisis con elisión de la partícula de. La antigüedad del poblamiento de Aguilafuente es conocida, pues en el paraje de Santa Lucía subsisten restos de una gran villa tardorromana, donde luego hubo una necrópolis visigoda. Sobre formas apocopadas en posición proclítica, compárese el nombre de una alquería salmantina, Campilduero; pueblos de Castilblanco BA, SE; Castildelgado BU; Castilfalé LE; Castilfrío SO; un paraje Campilmojado en Pino de Tormes SA, y muchos otros. En la toponimia antigua, abundan ejemplos como Pradiel de Alffonso en la colección de San Salvador de Oña (CDOña 833); en el cartulario de Arlanza, a principios del s. xiii, Pradiel de Respenda, Pradiel de Voda (CArlanza 245); en Burgos, Pradiel de Cana en 1206 (DocLingCastilla 207).
Preferimos partir de la forma diminutiva, que tiene la ventaja de explicar la vocal -i- de Baguila. Topónimos menores basados en el diminutivo son muy comunes: El Paguillo se repite como nombre de paraje en la Meseta; hacia 1303, El Paguiello es topónimo menor repetido en tierra de Ávila (DocMedCatedralÁvila 311, 312, 329). Sobre la congruencia semántica de una denominación como la que proponemos, es evidente que la existencia de pagos de viña presupone la previa organización, aun rudimentaria, del terrazgo. Por ello, en el caso de Aguilafuente, que consideramos topónimo troncal del que los otros (Babilafuente, Auilafontes) son meros ecos, se ha de sospechar que el núcleo de la aldea inicial estaba en otro punto del término, y que posteriormente se mudó al actual emplazamiento, situado en las cercanías, precisamente a un paraje denominado *baguiel / baviel / baguil de la fuente. Las formas apocopadas y sin diptongo son propias del castellano oriental. Así encontramos topónimos del área de Valvanera LR como Lonbil Mediano en 1379 y 1433; Bustil de Mori en 1453 (García Turza 1990, § 22, 64, 99, pp. 45, 121, 191).
Sobre la fecha de fijación de [A-C], supuesto un origen segoviano, caben dos modelos: (I) colonización inicial, de sentido este-oeste, dando lugar a [B], seguida de un segundo movimiento, más tardío, desde [B] para fundar [C]; (II) colonización repetida desde [A], creando independientemente [B] y [C]. No es improbable que campesinos que hacia finales del s. XII se ponen en marcha desde Segovia a Salamanca lleven una impronta cultural viajera, que les pueda poner de nuevo en el camino para salir desde [B] hacia el occidente provincial [C]. Familias que emigraron una vez, pueden reincidir. Por ello, preferimos la hipótesis (I).
En cuanto a la desinencia -s del cognado [C], descartamos una pluralización debida a que el lugar constara de dos o más barrios; es también sumamente hipotético postular un gentilicio de poblador, *avilafontés). Preferimos pensar que el topn. alude a ambos lugares de origen ([A] y [B]), por existir memoria de las dos migraciones en el momento de la creación del nombre. *Baguilafuente, común denominación de [A] y [B] en 1265, se habría transformado, por asociación pseudoetimológica, en Avilafuentes, quizás por la vaga conciencia de que los pobladores venían de una remota tierra de Ávila
Documentació històrica
Antiga i medieval
- Vaguilafonte 1215 CDCatedralSalamanca § 142, p. 219.
- Baguilafuont 1216 CDCatedralSalamanca § 144, p. 221.
- Baguilafonte 1229 CDCatedralSalamanca § 185, p. 271.
- Baguilafonte 1244 CDCatedralSalamanca § 211, p. 307.
- Baguilafuente 1265 LPrestSalamanca.
- Baguila Ffonte 1267 CDCatedralSalamanca § 321, p. 452.
- Baguyla Fuente 1295 CDCatedralSalamanca § 445, 448, respectivamente p. 629, 633.
- Baguylafuente 1356 ActasCapitCatSalamanca 187, p. 91.
- Vaguilafuente 1402 LApeosCatedralSalamanca 176, 177, 181, 182, 190, 193-199, 203, 206.
- Bavilafuente 1402 LApeosCatedralSalamanca 176, 177, 198, 201, 203, 207.
- Vaguilafuente 1417 ActasCapitCatSalamanca § 387, p. 187.
- Baguilafuente, en Valdevilloria, 1421 DiplUnivSalamanca § 6, p. 35.
- Yglesia de San Benito de Bavilafuente 1488, 1495 DiplUnivSalamanca § 76, 104, 105, respectivamente p. 305, 390, 400.
- Babilafuente, Bavilafuente 1447, 1453 SalamancaCasaAlba § 33, 34, 37, respectivamente p. 82, 83, 89.
- Baguilafuente, 1453 ApeoJuanIISalamanca.
Moderna
- Babilafuente, del conde de Monterrey, 1528 CensoPecheros2 331.
- Babilafuente, del arciprestazgo de Valdevilloria; Babilafuente, del Conde de Monterrey, 1591 TGonzálezCenso 100, 318.
- Babilafuente, villa del Conde de Monterrey, 205 vecinos, c. 1610 VisitaObispSalamanca 97.
- Bavilafuente, 1684 CensoSalamancaXVII 443.
Cognats i topònims relacionats
Para la argumentación etimológica, denominamos [B] a Babilafuente SA.
[A] El pueblo segoviano de Aguilafuente, cuyas formas medievales son idénticas a las de Babilafuente: Baguilafont (1137); Bavilafunt (1154); Uaguilaffontem, Uaguilafuente (1210); Baguilafont (1216), Baguilafuente (1247), Baguila Ffuente (1276), Aguila Fuente (1295) (DocSegovia § 25, 47, 106, 140, 141, 233, respectivamente p. 70, 97, 164, 203, 239, 366; CDCuéllar § 5, 32, respectivamente p. 60, 101; Siguero_1997: 75; MMesa 2019: 58-59).
[C] Auilafontes [es posible también, aunque menos probable, la lectura Anilafontes], situado entre Sando y Garcirrey, en tierra de Ledesma SA (1265, 1268 LPrestSalamanca, lectura propia; Ángel Barrios lee Avilafontes, PobMedSalmantino 320; Bienvenido García, Anilofontes, GMartín_1982: 41). La ausencia de citas posteriores reduce grandemente la seguridad de cualquier afirmación. Parece, a juzgar por la ubicación, que se trata del lugar llamado más tarde y en la actualidad Fuentes de Sando. En la relación de 1265 figuran emparejados dos lugares, que han de suponerse casi adyacentes, Areualiello y Auilafontes.
en Toponimia asturiano-leonesa, proyecto integrado en el Toponomasticon Hispaniae.