SALA
El nombre común visigodo SALA se difundió en la península Ibérica (frente al galorománico *SALLA). Corominas (DCECH s.v.) piensa que pudo llegar al castellano por conducto del catalán o el galorrománico, proceder directamente del gótico, o presentar confluencia de los dos factores. La pérdida del -L- en el dominio gallego y portugués demuestra que su penetración en el territorio occidental es muy antigua. Joseph M. Piel cree que debió entrar en la península en el segundo período del reino tolosano, época de la integración definitiva del reino visigodo, alrededor de 585, y después se retrajo ante sinonimos concurrentes (Piel_TopGerm p. 125). Parece que no dejó vestigios en el léxico común (pues la voz moderna sala 'cuarto principal de la casa, destinado al ocio y a recibir visitas" es un préstamo francés reciente, por lo que se desconoce el significado original concreto. El mismo autor aventura que se podría referir a residencias particulares de godos libres y que, en el discurrir de la romanización, se perdería su uso, por la concurrencia de sinónimos románicos afines, como villa, villar, casale, palatius, etc., subsistindo solo como topónimo. De todas formas, ve un indicio de su significado original en la voz gallega sa 'nidada', 'retoño, brote' (recogido por Eladio Rodríguez, en el DdD), por lo que podría estar en relación con el verbo visigodo saian 'sembrar'.
Se difundió con especial abundancia en el noroeste peninsular (Galicia y noroeste de Portugal), con las formas gallegas Sa y Saa y la portuguesa Sá; con menos frecuencia, en otras zonas del norte peninsular: Sala (Asturias, Huesca, Castelló), La Sala (Asturias, Cataluña), Las Salas (León) y en distintos compuestos.
Está presente también en varios compuestos antroponímicos (Salamirus, Salamundus), que a su vez también dieron lugar a topónimos (en el primer caso, gal. y port. Samil, gal. Saamil, Samir, ast. Salamir vid. HGN).
Redacció: Ana Boullón