GRIEGO
A pesar de su homonimia con el gentilicio griego, -a, el étimo griego presente en la toponimia peninsular es el resultado del céltico *brig- 'altura' y por extensión metonímica 'fortaleza, lugar fortificado'. El resultado final se explica por el cambio del punto de articulación de la oclusiva sonora en posición inicial /b-/ > /g-/ por equivalencia acústica y la diptongación /-ié-/ por analogía con el gentilicio griego y el influjo de la etimología popular. En los resultados peninsulares el étimo se presenta en masculino singular Griego (< *brigo), femenino singular Griega (< *briga) o masculino plural Griegos (*brigos).
La relación de topónimos peninsulares basados en este étimo es numerosa y en todos estos lugares la arqueología ha acreditado la existencia de castros o enclaves defensivos en altura. Aunque en algún caso identifica una entidad de población (por ejemplo, Griegos, localidad y municipio de Teruel), la mayor parte de los casos son microtopónimos que designan accidentes geográficos y sirven como referencia para completar un nombre común (peña, castillo, cabezo, cueva, molino), un hagiónimo (San Pedro de los Griegos) o un orónimo de carácter metafórico (silla): La Griega (Colunga, Villaviciosa, Cangas de Onís y Grado, en Asturias; Sepúlveda, en Segovia), Castillo Griego (en la divisoria entre Asturias y León), el Molino de la Griega (Villarroquel, en León), Griegos (Saelices, en Cuenca), Castil de Griegos (Checa, en Guadalajara), San Pedro de Los Griegos (Híjar, en Teruel).
Redacción: Marcelino Cortés Valenciano