VŬLPĒCŬLA
Se trata del diminutivo de VŎLPĒS, -IS, VŬLPĒS, “zorro”, “zorra”, forma generalizada en el latín clásico, atestiguada desde Plauto. La formación diminutiva ha sido lexicalizada desde fecha temprana (DÉLL, s.v.). Se trata de un término con cognados en distintas lenguas indoeuropeas, aunque no es posible dar una forma única originaria en una palabra como esta, sometida a deformaciones voluntarias por tabú lingüístico: lit. vilpišys, av. raopi-, scr. lopāsá, con algunos problemas también gr. ἀλώπηξ, -εκος, arm. alowēs y otros. Junto a VŬLPĒCŬLA, ha dado lugar a otros derivados, en general poco atestiguados, del tipo VŎLPIO, -ŌNIS, VŎLPĪNUS e incluso un verbo VŎLPĪNOR, “ser astuto”. La representación románica es amplia, a menudo de una variante *VŬLPĬCŬLA: port. golpelha (DELP s.v.), gall. golpella (al menos en topónimos), prov. volpilh, cast. vulpeja, golpeja, arag. golpeilla (antiguo, Andolz s.v.), cat. ant. volpell, fr. goupil, etc. (REW 9463), aunque a menudo, por las razones de tabú señaladas más arriba, ha sido sustituida la palabra heredada por términos nuevos (tipo castellano zorra, zorro, cast. gall. raposo, raposa, fr. renard, cat. guineu, etc.). Para las pervivencias de la forma no diminutiva VŬLPĒS, véase el étimo VŬLPE, con consideraciones acerca del tabú lingüístico.
Redacción: E. Nieto Ballester
E. E. Albán Romero, alumna de Historia de la lengua latina, UAM, curso 2023-2024.