Cerceda
Tipoloxía ou caracterización xeográfica
Étimo
Resumo xeral
La forma Cerceda parece provenir de lat. *CĔRCĒTA, que sería un colectivo en -eta, femenino, con el sufijo característico en tal uso. Esta forma * CĔRCĒTA no está documentada en latín como tal, pero sí lo están QUĔRQUĒTUM y QUĔRCĒTUM ( Varro R. 1, 16, 6 ; Hor. O. 2, 9, 7, Fest. I.I), de los cuales en última instancia las formaciones en -a son la forma plural originaria, convertida después en femenino singular (DÉLL, s.v. quercus; para una discusión detallada de los problemas complicados de consonantismo interior de la palabra es muy útil y exhaustivo Bastardas_1994, 87-93, también Navaza_Fitotop, 212-213).
Se trataría, pues, de un derivado de *CĔRCUS, forma tardía frente a la usual QUĔRCUS. La única diferencia entre ambas es la conversión de la labiovelar inicial de la forma clásica en simple velar, lo que es perfectamente posible. De la misma manera una forma QUĔRCĒTUM se explica frente a QUĔRQUĒTUM por analogía con el simple QUĔRCUS.
El significado de la palabra latina no es precisable con absoluta exactitud, pues puede haber significado tanto lo que nosotros usualmente llamamos "roble", como también algunos tipos de lo que nosotros llamamos "encina". Sea como sea, la evolución fonética y la propia palabra en su uso en la localidad madrileña no son castellanos y deben de provenir en última instancia del latín directamente, dado que la palabra ha desaparecido del castellano. El topónimo, por ende, es un caso notable de pervivencia desde el período propiamente romano hasta la reconquista de la zona y su castellanización consiguiente. El topónimo, en su forma actual, sería la adaptación castellana del topónimo existente previamente.
La forma Cereceda o variantes gráficas que hallamos a menudo apunta en esa dirección, en el intento de explicar un topónimo que no se entiende mediante un sustantivo existente "cerezo", de donde "cereceda", más que a una etimología real, aunque no nos atreveríamos a descartarlo del todo. En principio, el cerezo no es un árbol del lugar, mientras que sí lo son los robles y las encinas. Al margen de ello, es importante señalar que el topónimo madrileño se repite en varios lugares de forma exacta, principalmente el caso de la localidad gallega homónima, cuya explicación es la misma, hecha la salvedad de que allí la evolución parece ser plena y totalmente gallega, sin solución de continuidad desde tiempos latinos.
Aspectos xeográficos, históricos, administrativos
Cerceda es una de las tres localidades que integran el municipio llamado El Boalo de forma oficial, aunque más menudo denominado, por las propias instancias del ayuntamiento, El Boalo-Cerceda-Mataelpino. Se halla al norte de la región de Madrid, a unos 40 km. de la capital y ya cerca de las primeras estribaciones de la sierra de Guadarrama. Aparece documentado desde fecha relativamente temprana, a veces como entidad independiente, a veces unido a las localidades citadas.
Documentación histórica
Antiga e medieval
"...e otro cabo de Cerezeda...", EstudioLMontería, 3, 9, ca. 1350.
Moderna
"...de Cerezeda...", pleito litigado por los concejos de Becerril de la Sierra (Madrid), Moralzarzal (Madrid) y Cerceda (Madrid), con el concejo de Manzanares el Real (Madrid), ARCHV, PARES, 1570.
"...Juan Pérez de Fontanar, residente en el lugar de Zerezeda", Ejecutoria del pleito litigado por Juan Pérez de Fontanar, ARCHV, PARES, 1577.
"Zereceda", CSal, 1631.
"...a la primera pregunta dijeron que esta villa y población se llama la villa de Zerzeda", CME, PARES, 1752.
"Cerceda. V. S. de España..Sit. alm pie del puerto de Navacerrada, a orilla del río Manzanares: Confina con el monte de Cabeza Viesca, el Boado...", DicMiñano, 1829.
Cognados e topónimos relacionados
Admitiendo que la explicación dada sea la correcta son pocos los cognados en el área lingüística del castellano, en su sentido más amplio, que se puedan aducir con seguridad. Como se ha señalado, el vocablo latino QUĔRCUS, tanto significando "encina" como significando "roble", no tuvo pervivencia como tal, como sucedió, por otra parte, en el resto de los dominios románicos, salvo escasas excepciones. Con todo, cabe que se puedan rastrear algunos posibles resultados procedentes directamente del latín, no de origen románico. Se trata de casos como Chercos (Almería), localidad conocida por sus encinas centenarias, o Chércoles (Almaluez, Soria), en los que hallaríamos resultados directos mozárabes, precastellanos, del sustantivo latino, en el segundo topónimo en forma aparentemente diminutiva plural. Fuera de estos casos hipotéticos, y ya fuera del dominio de lengua castellana, en Galicia hay abundantes casos similares como la misma Cerceda (La Coruña, también Lugo), Cercedo (Guitiriz, Lugo), Cercido (La Coruña), también Cerqueda (Malpica de Bergantiños, La Coruña), etc. En territorio aragonés tienen especial interés formas que si son interpretadas rectamente así mostrarían /t/ sin sonorizar como Cercitiello (Mianos, Zaragoza), Cercito (Berdún, Huesca). En territorio son frecuentes los topónimos del tipo Cercs (Alàs i Cercs, Lérida), el interesante diminutivo latino Cercèdol (Lérida), etc.
Junto a estos topónimos emparentados etimológicos con Cerceda, hay que añadir como derivado directamente de él mismo el nombre de la vecina localidad de Cercedilla.
Toponimia de las zonas central, sur e insular atlántica PID2020-114216RB-C66,proyecto de investigación financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, integrado en el Toponomasticon Hispaniae.