EXIMINO
Eximino (y recogemos estas formas y grafía como posible prototipo siguiendo a HRN, s.v.) es un antropónimo característico de la península ibérica. Fue un nombre muy popular aunque no esté documentado en fuentes antiguas (romanas). Suele atribuírsele un origen prerromano, pero la realidad es que su etimología última aún está por aclarar. Caben varias posibilidades, ninguna de las cuales nos parece, en principio, totalmente descartable, aunque no ocultamos que algunas nos parecen más verosímiles que otras. En principio, una primera posibilidad es que haya una relación última con el nombre hebreo Simeon o incluso con Simon, o al menos así fue sentido, especialmente entre los clérigos y miembros de las familias reales, pues encontramos casos en los que, aparentemen, se latiniza el nombre como Simeon o Simon o incluso lo contrario. Esto podría haber sucedio, sin embargo, aunque los nombres no tuvieran relación entre sí. Otra posibilidad que, en el fondo, es la misma que la que hemos señalado en primer lugar es que el antropónimo esté relacionado con vasco seme, "hijo", con palatalización de /s/ inicial expresiva, según pasa en vasco e incluso tenemos bien conocido en nombres propios de este origen como Echa. Se ha apuntado, también en la línea de este oprigen prerromano, en un origen celta a partir de una "raíz" *sem- de significado, "uno", bien conocida y bien presente en latín o griego, por ejemplo. Sin duda alguna, a la hora de estudiar el origen de este nombre hay que dilucidar, como punto importante, si la /e/ inicial pertenece propiamente a él y ha habido posterior aféresis o bien se trata de una vocal protética.
Sea cual sea, con todo, el origen del nombre, este aparece ampliamente extendido en el norte peninsular desde el siglo VIII, bien con vocal inicial, bien sin ella, con distintas grafías para la notación de la consonante inicial que hubo de ser una palatal fricativa o africada. La forma masculina puede aparecer así con multitud de grafías del tipo Eisemeno, Exemeno, Scemeno, Ximino, Simeon, Hexemenus,Xemen, etc., mientras que la femenina aperece como Exemena, Scemena, Xemena, Semena, etc. Ha dado lugar a derivados patronímicos como Exemeniz, Scemenoz y algún otro derivado y compuesto. El nombre permanece hoy cast. Jimeno/Jimena, port.-gall. Ximeno, Ximena y, sobre todo, en los frecuentísimos patronímicos cast. Jiménez, port. Ximenes, cat. Ximenes, Ximinis, Eiximenys, Eiximenis, aunque en muchos casos se trata sin duda de adaptación de la forma castellana (eso parece al menos en catalán). Detalles sobre la cuestión, amplia bibliografía y estudio y relación de casos para posibles usos estadísticos (ante lo que seríamos bastante escépticos) en el estudio ejemplar de HRN s.v.
Redacción: E. Nieto Ballester