Yuncler
Tipoloxía ou caracterización xeográfica
Derivado
Resume xeneral
El topónimo Yuncler es resultado de una evolución mozárabe o romandalusí del lat. IŬNCARIU 'lugar de juncos'. La abundancia de este tipo de planta en el lugar habría motivado el nombre.
Aspectos xeográficos, históricos, administrativos
Los primeros pobladores de Yuncler, de manera similar a los de las localidades vecinas de Yuncos y Yunclillos, pudieron ser mozárabes instalados en estas tierras toledanas.
Yuncler estaba situado en una zona de gran humedad y ha sido un lugar abundante en aguas, por lo que no es de extrañar que proliferaran las junqueras, como, de hecho, todavía se ven copiosamente junto al cauce del arroyo Tocenaque, que pasa por la localidad. Entre los vecinos se tiene conciencia del origen fitonímico del topónimo, refrendado incluso en el escudo del municipio, donde están representados unos juncos sobre las aguas de un río o de una laguna.
Según Luaces Lema (1995: 21-25), en ciertos documentos del siglo XVI se constatan ventas de juncos por parte del ayuntamiento de Yuncler.
Información específica d'étimu pa esti topónimu
Tal como se expone en GarcíaSánchez_Toledo (388-390), Yuncler es resultado de una evolución fonética mozárabe o romandalusí a partir de una probable forma IŬNCARIU 'lugar de juncos'. Su referencia más próxima se halla en el desarrollo del sustantivo base IŬNCU (> yunco), caracterizado por una Y- inicial, y que, como en castellano (junco), tampoco muestra el paso de Ŭ a ọ. Galmés 1983 (52) señala que no ha de extrañar que a veces aparezca una o átona en lugar de u en las voces mozárabes transcritas desde el árabe, pues la vocal damma podía representar, dados sus valores fonéticos en el árabe hablado y en el árabe hispánico, tanto una vocal u como una vocal o. Ese podría ser el caso de Ocner, primera forma documentada del topónimo, que mostraría, además, pérdida de la consonante inicial y metátesis.
Las formas sin consonante inicial podrían atender asimismo a lo expuesto por Galmés 1983 (83) cuando señala que los dialectos mozárabes ofrecen casos de pérdida, además del mantenimiento en forma de y-, que es la solución predominante. La caída, sea como fuere, no llegó a consolidarse.
Explicada la parte inicial, el resto se entendería como evolución del sufijo -ARIU, con metátesis, monoptongación y apócope (-ARIU > -er), y la particularidad de la adición de una -l- epentética. Las formas medievales documentadas son de gran interés, ya que permiten apreciar el estadio intermedio, característicamente mozárabe, con el mantenimiento del diptongo decreciente y la caída ya de la vocal final (-ayr / -eyr).
Esa -l- espuria, que parece promover, al hilo de la documentación, un desarrollo Yunc(a)l-er(o), dejando atrás el Yunquer(o) (< IŬNCARIU) etimológico, podría justificarse por la influencia o cruce de juncal o yuncal (< IŬNCALE, con sufijo distinto, pero valor semejante), en estrecha relación con la habitual confusión de líquidas, o bien por analogía con Yunclillos, si la -l- intermedia que este topónimo también muestra hubiera aparecido antes en él. Las primeras formas documentadas inclinan a pensar en alguna de esas explicaciones, antes que en una propuesta etimológica IŬNCALARIU o IŬNCULARIU, que es, por su parte, la que se presume para topónimos asturianos como La Xuncalera o Les Xuncleres. Cf. GarcíaArias_PueblosAst (221) y MorenoFernández_1987 (312).
Por lo que respecta a la apócope o caída de la vocal final, parece explicarse también por su realidad mozárabe o romandalusí. Galmés 1983 (73) llega a la conclusión de que el mozárabe toledano vacilaba entre la conservación y la pérdida de la vocal final, y cuando esta se producía, era debida al influjo del superestrato árabe.
Documentación histórica
Vieya y medieval
“Ocner”. 1171. ACT, O.3.A.2.2., orig. CartulariosTol (573). En la carta de partición de Azaña, se menciona repetidamente Yuncler junto a Pantoja, Fontalba e Illescas.
“Uqnayr(o)", "Uqneyr(o)” [.qn.yr]. 1179. Galmés 1983 (57, 82) transcribe así las formas del árabe que aparecen en GPalencia_MozárabesTol (III: 73), donde se menciona la alquería de Ocner en un contrato de cambio. Al dorso se lee: “De terra de Yunquer”. Explica las formas por metátesis de “Unqayr(o), Unqeyr(o)” y “Yunqayr o Yunqueyr”.
"Uqnayr(o)", "Uqneyr(o)” [.qn.yr].". 1197. Galmés 1983 (57) transcribe así las formas que aparecen en GPalencia_MozárabesTol (III: 547-549), donde se cita la alquería de Ocner, de la Sagra de Toledo, en dos escrituras de convenios.
"Yunkalayr(o)", "Yunkaleyr(o)” [Y.nk.l.yr.]"Ocner". 1202. Galmés 1983 (57) transcribe así Yuncler en GPalencia_MozárabesTol (III: 82-83). Aparece citada la alquería de Ocner, de la Sagra de Toledo, en un testimonio de cambio. Al dorso se lee: “El testimonio de Micael Tizon, de Ocner”, “Carta de troca de lo de Yuncler que trocaron dos hermanos”.
“Yunkalayr", "Yunkaleyr” [Y.nk.l.yr.]. 1266. Galmés 1983 (96) transcribe así las formas que aparecen en GPalencia_MozárabesTol (III: 416), donde se menciona la alquería de Yuncler en un testamento mozárabe, escrito en árabe.
“Yuncler”. 1399. ArchGVillaMd (320). Enrique III señala las cantidades que los pueblos de Toledo y Madrid deben pagar.
Moderna
“Yuncler”. 1576. Relaciones Topográficas de Felipe II.
“Yuncler”. 1591. Censo de la Corona de Castilla. TGonzálezCenso
“Yuncler". 1752. CME.
“Yuncler”. 1845-1850. DicMadoz.
Paisax toponímicu de la rodiada
Los topónimos motivados en juncos son abundantes en el territorio hispánico peninsular, y desde luego no escasean en su zona central. Entre ellos están los de aspecto, fonética o conformación "mozárabe", como los muy próximos y asimismo topónimos mayores Yuncos y Yunclillos, designadores de sendas poblaciones y municipios toledanos. No muy lejos se sitúa Navayuncosa, al sur de Madrid, y ya sí algo más apartados Yunquera de Henares, en Guadalajara, y La Yunquera, en Albacete.
Si nos circunscribimos al entorno más cercano, en la toponimia menor no dejan de aparecer topónimos con referencia en juncos, como el Pozo de las Junqueras, al sur de Yuncos y Numancia de la Sagra, en el término de esta. Pero quizás lo más reseñable sea la existencia de varios topónimos sin consonante inicial, como El Uncar, al suroeste de Palomeque, Los Uncales, al oeste de Pantoja, La Unquerilla, al sureste de Numancia de la Sagra –topónimo que se repite al sur de Polán–, así como Camino de Unquerillas, que sale de Recas hacia el este.
Por lo demás, no son nada raros en los alrededores, y en el conjunto de la provincia toledana, los topónimos motivados por cañas, cardos, tobas o plantas similares. Como entidades poblaciones que forman municipio cabe mencionar Villacañas, así como Villatobas y El Toboso, mientras que en la toponimia menor los ejemplos se multiplican.
Cognaos y topónimos rellacionaos
Son varios los topónimos constituidos a partir de la base IŬNCU 'junco' en el dominio lingüístico castellano. Entre ellos cabe incluir los que, como Yuncler, tienen aparente conformación "mozárabe". Así, además de Yuncillos y Yuncos, que están en la misma provincia de Toledo y muy próximos, se han de mencionar Navayuncosa (Aldea del Fresno, Madrid) y los varios Yunquera, con el mismo sufijo que se presume para Yuncler: Yunquera (Málaga), Yunquera de Henares (Guadalajara) o La Yunquera (Lezuza, Albacete). Estos topónimos con Y- inicial se encuentran en la toponimia menor en otros varios puntos del territorio peninsular castellanohablante. Así, por ejemplo, Yuncar, en Burgos; Yuncal, en Palencia, Soria y Zamora; Yuncares, en León; Navayuncares, en Ávila; Valyuncosa, en Badajoz; Valyunquera, en Zaragoza; etc.
Análogos son los Junquera del resto del dominio castellano (Junquera de Tera –Vega de Tera, Zamora–; La Junquera –Caravaca de la Cruz, Murcia; Valjunquera –Teruel–), así como Unquera (Val de San Vicente, Cantabria) –sin consonante inicial–. Dentro del paisaje toponímico próximo hemos señalado varios topónimos de este tipo, carentes de consonante inicial: Uncar, Los Uncales, La Unquerilla...
En otros dominios lingüísticos peninsulares se hallan igualmente cognados: Jonquera en el ámbito del catalán, donde se ve también Juncosa –con pronunciación de la inicial como fricativa postalveolar sonora–; Xunquera en el del asturiano –con postalveolar sorda inicial–, donde hay, además, Xuncal, Xuncalera, Xuncleres, Xuncar, Xungal, Xuncéu, y los simples Xuncu y Xunca; y Xunqueira y Xunqueiroá (< IŬNCARIA + -ŎLA) en el del gallego, donde vemos también Xunquedo, Xuncal y Xuncás. En el dominio del vasco, incluso, se ve Junkera, junto a otras formaciones como Junkadi.
En composición se halla asimismo Vallunquera (Castrojeriz, Burgos), donde el derivado de IŬNCU tampoco conserva la consonante inicial, al igual que en Valdunquillo (Valladolid) y Valdunciel (Salamanca).
Otros cognados son El Junco (Alcalá de Guadaíra, Sevilla), El Junquillo (Santa María de Guía de Gran Canaria, Las Palmas), Calajunco (Adra, Almería), Torre del Junco (Archena, Murcia), Tresjuncos (Cuenca), La Juncosa (Utrera, Sevilla; Lorca, Murcia), Cañada Juncosa (Cuenca; San Pedro, Albacete), El Juncal (El Puerto de Santa María, Cádiz; Ribatejada, Madrid), Los Juncales (Algodonales, Cádiz), Los Juncares (Iznájar, Córdoba), El Juncarejo (Valdemoro, Madrid), Juncalillo (Gáldar, Las Palmas).
Junciana, en Ávila, se ha formado a partir de IUNCEA (> juncia).
Toponimia de las zonas central, sur e insular atlántica PID2020-114216RB-C66,proyecto de investigación financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, integrado en el Toponomasticon Hispaniae.