*ĔCĬFĔRU
El latín ĔQUĬFĔRUS, un compuesto de ĔQUUS, "caballo" y de FĔRUS, "salvaje", "fiero", testimoniado ya en Plinio (28,159), que designaba una especie de burro o asno salvaje evolucionó en latín tardío a *ĔCĬFĔRU, con paso de la labiovelar a simple velar, lo que sucede en otras ocasiones. A nuestro conocimiento el vocablo solo está presente como tal sustantivo en gallego, portugués y en castellano. La palabra ha formado, según parece secundariamente, una forma femenina derivada y así presenta las formas zebro, zebra, enzebro, enzebra, ezebra, azebra en castellano y en gallego-portugués desde el s. XI. En portugués la palabra aparece en 1145 como zevro (LP Coimbra) y en 1179 como zevra. En castellano DCECH s. v. cebra señala el ejemplo más antiguo en 1207, datándolo en el archivo de la catedral de León, pero sorprendentemente la edición abreviada BDELC señala que hay formas en 1091, 1179 y 1202, no indicando dónde están esas formas, que no hemos conseguido encontrar (ausentes en LHP y en CDH ). Machado (DELP s.v. zebra) concuerda, con algunas dudas, con esta explicación. Sea como sea, nos parece más que probable que este sea el origen de la palabra que habiendo sido latina en general parece haber subsistido solo (ausente del REW) en un pequeño dominio hispánico. La toponimia muestra, en efecto, una especial frecuencia de estas variantes formales en la zona noroeste de España (Galicia principalmente). Evidentemente el significado actual de "cebra africana" en castellano y otras lenguas es un uso secundario de esta vieja palabra para designar a las cebras africanas, más que probablemente en boca de portugueses. El uso antiguo se ha olvidado, como ha desaparecido el animal mismo, y solo se usa hoy para el animal de África.
Redaición: E. Nieto Ballester