CAPPĔLLA
Tanto el diminutivo CAPPĔLLA como la palabra de la que deriva (CAPPA) son voces del latín tardío. CAPPA en origen designaba una prenda para cubrir la cabeza, pero con el tiempo amplió su significado para indicar la prenda de vestir que hoy conocemos como capa. Corominas (DCECH, s. v. capa) considera que CAPPA aparece en el latín hispánico a finales del siglo VI, mientras que CAPPĔLLA lo hace a mediados del VII con el sentido diminutivo original, y en el siglo VIII con el sentido de 'capilla, edificio religioso'. El desplazamiento semántico que se produjo desde 'prenda de vestir' a 'capilla' se ha explicado tradicionalmente con base en una leyenda sobre San Martín de Tours. Aebischer_1929 (5) expone que este santo partió su capa y le dio una parte (de ahí el diminutivo) a un pobre para que se resguardara del frío. Al poco tiempo, ese trozo de la prenda se convirtió en una preciada reliquia y comenzaron a conocerse con el nombre de CAPPĔLLA los lugares donde se suponía que se custodiaba. Según Meyer-Lübke (REW, 1644), el origen de la voz se encuentra en el bajo latín francés del siglo V.
Los resultados iberorromances son todos regulares: capela (gal. y port.), capiella (ast. y arag.), capilla (cast.) y capella (cat.).
Redacció: J. A. González Salgado