Es un nombre propio de origen latino, derivado de FORTŪNA. En origen esta palabra significa "suerte", sin matiz positivo, pero pronto evolucionó hacia el significado de "buena suerte" como sucede como la propia palabra "suerte". De ella se derivó ya en latín este antropónimo y una amplia serie de derivados. En los territorios hispánicos medievales el antropónimo FORTŪNIUS es uno de los más frecuentes durante muchos siglos, con abundantes testimonios desde el el s. IX desde Galicia a Cataluña. Se formaron de él otros antropónimos derivados como FORTŪNIONIUS, FORTŪNĀTUS, . Curiosamente hay un solo ejemplo de forma femenina FORTŪNATA. Los patronímicos del tipo Fortuniz, Fortunes, Fortuniones, etc. son siempre muy frecuentes (léanse estas formas con /ñ/). Estamos, evidentemente, ante los orígenes de los apellidos Ortuño, Ortúñez, Fortuny, etc., curiosamente los primeros siempre escritos sin <H>. No debe relacionarse con todo esto los antropónimo Ordoño, Ordóñez. Puede verse detalles con centenares de todos los territorios y en el amplio período temporal que va desde el s. VI al XII en HRN s. v.