MŎLA
En latín la voz MŎLA significaba 'muela de molino' y 'muela de la boca' (ML 5641), pero tomó en la toponimia romance la acepción metafórica adicional de 'montaña rocosa cuya forma recuerda una muela (de la boca, o de molino)'. Dicha raíz pasó a pronunciarse muela en las lenguas y dialectos que diptongaron la Ŏ breve en posición tónica, en particular el leonés, castellano y aragonés, y con O abierta (generalmente) en las lenguas y dialectos que no la diptongaron, en particular el gallego moa (dialectal mó), el portugués mó y el catalán mola.
En las zonas de la Península que fueron arabizadas, la O latina fue adoptada con la U árabe (que une la O y U en un solo fonema), y la U árabe acentuada, en el entorno consonántico no velarizante M-L, se pronuncia /u/, por lo que la MŎLA latina llegó al castellano como /mula/.
Redacción: Robert Pocklington Freakley