La forma latina vulgar MŌRA procede del latín clásico MŌRUM (DCECH, s. v. mora) y se relaciona con tres frutos distintos aunque similares: el del moral, el de la morera y el de la zarzamora. Mora es voz común a todas las variedades iberorromances, aunque en gallego y portugués también existe amora, con aglutinación de artículo, y en aragonés, muara, con diptongación de /ō/.