BASĬLĬCA
La forma latina BASĬLĬCA procede del gr. Βασιλικóς ‘perteneciente al rey’, derivado de βασιλεύς ‘rey’ (DCECH s.v. basílica). En Roma significaba ‘gran edificio porticado usado como tribunal o bolsa de comercio’; en la cristiandad primitiva adquirió un significado religioso y pasou a designar ‘templo’, pero fue substituida más tarde por *ECLESIA. Pervivió como voz común en la Galorromania y en Rumanía (REW). Aunque se documenta en los textos medievales hispánicos en latín de forma relativamente abundante, también con formas evolucionadas fonéticamente como baselica, baseliga en los siglos X y XI (CODOLGA), como voz común se usa hoy el cultismo basílica en todas las lenguas hispánicas.
La evolución popular ha dejado algunas muestras en la toponimia hispánica: port. Baselga (a.1159), ast. Baselgas, [Selga, Selgas? a.1114], arag. Baselga, Baselgas (en la toponimia menor), cat. Beselga a.1248.
En catalán ha quedado un descendiente de BASILIA, variante de BASILICA, en Basea, calle de Barcelona al lado de la catedral, documentada en el s. IX
Redacción: Ana Boullón