MALATA, MALATO
Durante algunos siglos el término malato, malata fue utilizado en castellano, asturiano y gallego àra designar las personas aquejadas de la "enfermedad" innombrable, esto es, de la lepra. Es claramente un préstamo del italiano malatto, simplemente "enfermo" (cf. cat. malalt, fr. malade, etc.) utilizado como eufemismo. Los primeros ejemplos castellanos proceden de principios del siglo XIII, pero en el Fuero de Zorita, del año 1218, el término aparece ya con un significado translaticio de simple insulto del tipo "asqueroso", lo que muestra que la palabra era conocida usualmente y era usada desde hacía tiempo. Aparece, pues, en el significado propio de "leproso" y en el significado translaticio de "asqueroso", "repugnante" al que es fácil llegar. La introducción del término, que parece italiano como se ha señalado, pudo estar vinculada al Camino de Santiago y al devenir por él de decenas de miles de peregrinos a menudo aquejados de enfermedades de este tipo. En este sentido, es digno de mención el hecho de que Asturias construyó lazaretos o malaterías como complemento de albergues y hospitales. Es conocido, así, el edificio llamada actualmente Malatería de San Lázaro, que aún se alza en la ciudad de Oviedo, y del cual hay testimonio desde mediados del siglo XII. El edficio está justamente en el lugar por donde entraban los peregrinos de Santiago (pasando por El Salvador) a la ciudad de Oviedo tras haber dejado atrás La Manjoya, topónimo probablemente occitano-francés. El término aparece usado con profusión durante los siglos XIII, XIV y XVI, pero su frecuencia va disminuyendo a poco, a menudo confundido su significado con una variante malauto, que significa simplemente "enfermo" y a menudo entendiéndolo como parónimo de "malvado" o similar.
Redacción: E. Nieto Ballester