SANSO
El nombre personal Sanso equivale al romance Sancho, y procede, en última instancia, del latín Sanctiu a través de Santio, forma de la que ha salido San(t)zo (se documentan Santz, Sanz, Sanço, Sanzo, Sancio, Sanzio, Sancho, San, Sant...). Luego, por asimilación del punto de articulación, bien conocida en euskera, dicho San(t)zo se ha convertido en San(t)so (cfr. sinetsi 'creer' < zin 'juramento' + etsi 'resignarse', 'estimar', pero zinegotzi 'concejal' < zin 'juramento' + egotzi 'echar').
Encontramos Sanso por primera vez en Ibargoiti (N), en 1056: «Et sunt testes: Sanso Garceiz de Eizco, et senior Sanso Ortiz de Mugueta» (Martín Duque, 1983: 87) y luego se repite en innumerables ocasiones, algunas veces en alternancia con Sanz, Sanzo, etc.: Sanso Unduico o Sanz Unduico (Artajona / Artaxoa, N, 1157 y 1158-1159; Jimeno, 1968: 221 y 235), Sanso Andia o Sanz Andia (c. 1157 y c. 1158, ibid., p. 222 y 230), Sanzo Senioret o Sanso Senioret (c. 1158, ibid., p. 231 y 233), Sanso Cecondi o Sanzo Cecondi (c. 1173, ibid., p. 241), etc.
En ocasiones alterna con la variante disimilada Anso: Jaun Anso Miqueleiz o don Sanso Miqueleyz (Valdizarbe / Izarbeibar, N, 1221 y 1226; García Larragueta, 1957: 182 y 192). Anso aparece con frecuencia, y alguna vez también Ancho.
La neutralización –africación en este caso– de las sibilantes tras sonante (nasal y lateral) no tiene por qué ser un fenómeno antiguo.
Redação: Patxi Xabier Salaberri Zaratiegi