Para la explicación del topónimo turolense Cucalón se han propuesto diversas hipótesis. La más fundamentada remite a la voz aragonesa cucala 'corneja, grajo' (Andolz, s. v.), con el sentido de 'lugar en el que anidan las cornejas'. Otras explicaciones no concretan ni desarrollan la etimología árabe (que tendría el sentido de 'mirar desde lejos') ni el gentilicio celibérico Cucalono (Miguel_2015, 188, s. v.).

El topónimo tiene su origen en el apodo personal CUCALUS (NomCelAnt, 78) derivado mediante el sufijo antroponímico latino -O/-ŌNIS (CUCALŌNE > Cucalón). Como señaló Kajanto, este sufijo sirvió para la creación de cognómenes o apodos a partir de otros nombres que expresaban múltiples circunstancias relativas a objetos, edad, nacimiento, fauna, flora, etc., e incluso a partir de otros nombres personales. El sufijo poseyó una función individualizadora y los apodos derivados mediante -O/-ŌNIS solían tener en latín un marcado carácter despectivo (KajantoCognomina, 119). Es posible también explicar el topónimo a partir del acusativo de CUCALO, -ŌNIS, variante del cognomen anterior atestiguada en los principales repertorios onomásticos latinos (Mócsy et alii, 94; OPEL II, 86; NomCelAnt, 78) y presente en la onomástica primitiva hispánica (OnomPersonal, 100). Ambos cognómenes (CUCALUS / CUCALO) se relacionan con la voz onomatopéyica lat. CŬCŪLUS 'cucú', con la que también guarda relación la voz aragonesa y catalana cucala 'corneja' (DCECH, s. v. cuclillo).

De lo anterior se desprende que Cucalón es un topónimo de carácter antroponímico en donde se produce el habitual trasvase del nombre o sobrenombre del propietario al lugar que posee (Cortés_2018, 90). Este tipo de topónimos basados en apodos personales son frecuentes en la provincia de Teruel: Aguatón, Anadón, Bañón, Bordón, Camarón, Corbatón, Moscardón, Obón, Odón, Otón, Sarrión (Vent_1972, 234-235; Cortés_2018 y Cortés_2019). Como en el caso de Cucalón, varios de estos topónimos se basan en cognómenes de origen animal (Anadón, sobre anadón 'pollo del ánade'; Camarón, sobre CAMMARUS 'langosta'; Corbatón, sobre corbato 'pollo del cuervo'; Moscardón, sobre moscarda).

Desde el punto de vista gráfico, cabe señalar que las formas Cuqualon (1431), Quoqualon (1521) y Cocallon (1456) responden a prácticas habituales de la scripta aragonesa. En las dos primeras, la agregación de la vocal -u- superflua ante consonante velar seguida de -a-, -o- para representar el fonema oclusivo velar sordo /k/ (Alvar_1973, 277); en la segunda, el uso del dígrafo -ll- para la representación del fonema lateral /l/. 

El español de América conoce el sustantivo cucalón con una acepción muy alejada del área semántica que consideramos en el topónimo: 'casco ligero semiesférico de ala corta, rígida y caída, más ancha por la nuca, muy usado por los exploradores para protegerse del sol (DicAmer, s. v.). Es una voz chilena de ámbito coloquial.