*GLARĚA
Del lat. GLARĚA ‘grava, cantorral’ proceden la voz ant. y dialect. glera ‘cascajar, arenal’, así como también las voces patrimoniales llera (recogida en el DRAE con la acepción de ‘cantizal’, ‘terreno donde hay muchos cantos y guijarros’) y lera, más afín a la evolución regular del castellano, que suele prescindir de la palatalización de /l-/ inicial.
Ambas formas, con y sin palatalización, se encuentran representadas en un amplio continuum lingüístico que se extiende desde el occidente asturiano hasta las distintas variantes romances de Álava y Navarra, que sirven de enlace con formas paralelas empleadas en el Norte de Aragón y Cataluña. En Asturias encontramos la voz llera con el significado de ‘glera, cascajal’; en León llera adquiere el significado de ‘terreno cubierto de grandes piedras’; en Cantabria la variante más frecuente es lera, sin palatalización; también en Navarra lera, ‘peña o losa de gran tamaño en el lecho de un río’ y, quizás en relación etimológica con las anteriores, llera, con la doble acepción de ‘cauce seco de un río’ y ‘ladera de piedras’, en altoaragonés y catalán.
Redaición: María de Fátima Carrera de la Red