MĂT(T)IĀNA, MĂT(T)IĀNU
Se trata de una formación adjetival aplicada en un principio a PŌMUM o a MĀLUM "manzana" como nombre del fruto, posteriormente del árbol y de los colectivos-abundanciales derivados mediante los sufijos oportunos. El adjetivo ha sido creado a partir del antropónimo MĂTIUS, que conocemos como nombre de un poeta y traductor de la Ilíada, también como nombre de un amigo de César y de Cicerón y como nombre de un cultivador de un tipo de manzanas bien estimadas a las que prestó su nombre, a decir de Columela y Suetonio, entre otros (Col. 5,10,19; Suet. Dom. 2.21). Se produjo la sustantivación del adjetivo y su extensión semántica, habiendo reemplazado en las lenguas romances hispánicas casi totalmente (la excepción es el catalán) a las otras palabras existentes para el árbol y su fruto: port. maçâ, gall. mazá, "manzana" macieira, "manzano· aesp. maçana, hoy manzana, manzano, arag. manzanera, "manzano" (Andolz s.v.), etc. El vocablo, como tal, no existe en catalán actual, pero la toponimia asegura su presencia en la zona en otros tiempos (REW 5427).
Redaición: E. Nieto Ballester