CANE
El latín CANIS, -IS, tanto masculino como femenino, es un término heredado del indoeuropeo, aunque no es fácil reconstruir un origen único para las lenguas que presentan el vocablo (gr. κύων, irl. cú, arm. šun, etc.). Entre los autores arcaicos hallamos una variante CANĒS de nominativo (Ennio, Lucilio y Plauto) (DELL, 92). El sustantivo ha tenido una extensión panromance (así port. câo, gall. can, cast. can, cat. ca, fr. chien. it. cane rum. câine, etc., REW, 1592). En castellano desde el s. XII comenzó a sustituirse por perro, término que se impuso a partir del s. XV (DCECH, s.v. perro). Algo parecido cabe afirmar del catalán en donde la palabra heredada tradicional ca ha sido en buena medida sustituida por gos, aunque goza de vitalidad en algún dominio de la lengua (el catalán de las Baleares fundamentalmente).
Redaición: E. Nieto Ballester
A. Berrón Soriano, alumno de Historia de la lengua latina, UAM.