ABÚ
La voz andalusí ABÚ (árabe clásico ABŪ) 'padre' se emplea en la onomástica personal árabe para formar lo que se conoce como la kunya, o 'apodo de paternidad' (EI V 395-6). En esta composición, ABÚ va seguido del nombre (en teoría) del hijo mayor de la persona en cuestión; por ejemplo, Abú Muḥámmad 'padre de Muḥammad'. Se trata de un apodo de respeto que los varones adquirían en al-Andalus hacia el final de la adolescencia. En el árabe clásico la forma abū es el nominativo; el acusativo es abā y el genitivo abī. El equivalente femenino es UMM. En la Edad Media se empleaba la kunya seguida del nombre de linaje (el último nombre en 'ibn'), u otros elementos onomásticos, para identificar a las personas de manera abreviada. Así, un poeta llamado Abū ‘Alī Ḥasan ibn ‘Alī ibn Ḥasan ibn ‘Alī ibn Gālib al-Mursī aš-Šā‘ir se conocería como Abū ‘Alī Ibn Gālib, Abū ‘Alī al-Mursī, Abū ‘Alī Ibn Gālib aš-Šā‘ir, etc.
El étimo ABÚ puede ser el primer componente de nombres de lugar que hoy comienzan con Bu-, Bo-, Abu-, Abo- o Albo-. El resto del topónimo suele derivarse de un nombre propio árabe. En algunos casos el segundo componente parece ser un lexema o topónimo, donde la voz ABÚ significaría 'el de'; por ejemplo Borrambla (Murcia), que cabría interpretar como 'el de la rambla', con referencia a la persona o al cortijo así nombrado. A veces se encuentran nombres de lugar que comienzan con Ba-, Be- o Bi-, que pueden haber sido creados con el acusativo o el genitivo de ABÚ. La a- inicial solía desaparecer, aunque a veces está presente en las primeras formas documentadas. Algunos ejemplos:
- Bufali (Valencia) < áa. Abú Ḫálid (áa. Abū Ḫālid) [s. XIII “Abohalid”].
- Bujaco (Cáceres) < áa. Abú Ya‘qúb (ác. Abū Ya‘qūb).
- Torrebuceit (Cuenca) < áa. Abú Zayd (ác. Abū Zayd).
- Borrambla (Murcia) < áa. *abú r-ramla 'el de la rambla' (ác. *abū r-ramla) [s. XIII “Aborrambla”] .
- Macharaviaya (Málaga) < áa. maǧšár Abí Yáḥya (ác. maǧšar Abī Yaḥyà) ‘cortijo de Abū Yaḥyà’.
- Búcar (Teruel) < áa. Abú (Ba)kár (áa. Abū Bakr).
Para más información sobre estos topónimos concretos véase Pocklington_nombres pp. 106, 168, 172, 136, 165 y 81/83 respectivamente.
Redaición: Robert Pocklington Freakley