Tordehumos
Tipoloxia o caracterització xeogràfica
Étimo
Derivat
Resum general
El topónimo es uno más de los muchos compuestos de la palabra torre con apócope de la vocal final en composición. El segundo elemento es, claramente, el común castellano humos porque estamos ante una referencia a la presencia de un torre que precisamente servía para eso, para hacer señales a otras torres con humo y así establecer una línea de comunicación. Hay grafías medievales que presentan un falso análisis a partir de otero o variantes, pero se trata de eso, de grafías de notarios, escribas, artificiales. Así pues, "torre de humos".
Aspectes geogràfics, històrics, administratius
Municipio y localidad de valladolid, perteneciente al partido judicial de Medina de Rioseco. Está situada en la vertiente de un cerro, en la margen derecha del río Sequillo. Conserva restos de un antiguo castillo, del que perviven el aljibe, la torre del homenaje y restos de fortificación.
En las laderas de la colina del castillo, ha aparecido cerámica celtibérica, evidencia de un antiguo castro indígena. Se han hallado, asimismo, restos romanos; lo que hace suponer que esta zona tendría una importante significación en las guerras cántabras contra los romanos, en el conjunto defensivo del Sequillo y Torozos. Hay, también, una calzada romana y sepulturas de repoblación.
Perteneció a la Merindad del Infantazgo.
Información específica de étimo para este topónimo
En toda España se comunicaban las buenas y las malas noticias mediante hogueras o con humos encendidos en elevaciones, en páramos, en torres, en atalayas o en almenaras. Eran elementos de comunicación y de protección del territorio frente a los enemigos que protegen tanto la costa como el interior. Sus orígenes están en las antiguas torres cartaginesas y romanas de tradición ibérica que Tito Livio y Plinio el Viejo describen como torres comunicadas. En los territorios costeros, este sistema de defensa y de aviso contra piratas y berberiscos se amplió, a partir de la Edad Media, con la construcción de torres costeras, en toda la costa andaluza y en el litoral levantino, y con la redacción de normas de carácter general que debían seguir los atalayeros, desde 1550. Por ejemplo, las Odenanses de les torres de fochs del regna, del marqués de Casafuertes, en 1719, que regulan la secuencia de señales de fuego y humo; texto inspirado en las disposiciones del Dr. Binimelis, en las que se definía el orden de transmisión de una atalaya a la siguiente y el número de fuegos, uno por cada navío avistado, salvo si eran más de diez, en cuyo caso se prendía un solo fuego que durara encendido más de quince minutos; sistema que, con modificaciones, estuvo vigente hasta el siglo XIX . Otro ejemplo es esta orden que da el rey para transmitirle la noticia del nacimiento de su heredero: “Yo, el rrey, enbío mucho saludar a uos, Diego Ferrández, mi mariscal, commo aquel de quien mucho fío. Fágouos saber que vy vuestra carta, que me / enbiastes, e otra que enbiastes a Juan Martínez, mi chançeller, e entendí lo contenido en ellas. E a lo que me enbiastes dezir en rrazón de la ordenan/ça que se deuía tener en rrazón de las ahumadas que se deuen fazer para más en breue saber las nueuas de allá, sabed que la ordenança / es buena, e yo he ordenado que aquí, en Segouia, que se fagan dos ahumadas el sábado en la noche, quando fueren andadas dos oras / del rrelox de aquí, e que de la manera que se aquí fizieren se fagan a do están las paradas, fasta llegar allá a Toro. Por ende es menester / que desde las dichas dos oras fagades que esté tal guarda puesta e tal rrecabdo porque vean las dichas ahumadas. E que paren bien / mientes en quánto espaçio de tienpo, después de las dos oras que se acá començarán a fazer, llegarán allá, e me los enbiedes dezir luego a más / andar, porque çiertamente sepa en quántas oras yo podré saber las nueuas de allá. Otrosí bien sabedes commo con Alfonsillo uos enbié / dezir que por fiio fiziésedes fazer tres ahumadas e por fiia, dos. E paréçeme que es mejor que se fagan çinco por fiio e (en blanco) por / fiia, e así uos mando que lo fagades. Otrosí a lo que me enbiastes dezir en rrazón de la creençia que auíades menester para esa villa, sabed / que, pues aý está la rreyna, que non pareçería bien la tal creençia, mas quando alguna tal cosa rrecreçiese que rrequirades a la rreyna porque / ella lo mande fazer. Otrosí sabed que me dixo el omne de Pero Manrrique que lo auíades fecho detener allá por la rrespuesta vn día e / medio, lo qual non deuiérades fazer, que en tal tienpo non deuedes detener los mensageros, saluo librarlos luego e enbiarlos porque vengan / a más andar e así lo fazed de aquí adelante. Dada en Segouia, quatro días de março. Yo, Iohán Martínez, chançeller del rrey, la escriuí por su / mandado. Yo, el rrey”.
Documentació històrica
Antiga i medieval
- En 1088, en referencia a los montes Torozos, antes montes de Cauria, leemos: "Monte Cauriense, iuxta Autero de Fumos".
- "Arciprestadgo de Otor de Fumos (...) en la eglesia de sanct Miguel, (...) de Sancta Maria Madalena, (...) de Santa Maria la Sagrada, (...) de sanct Gines(...) de Santiago", 1347, EstDPal.
- Oter de Fumos, del obispado de Palencia: "Este logar es rrealengo del rey". "Tienen en cabeça de martiniga Oter de Fumos e sus aldeas, que son estas: Çeanos e Uilla Braxime e Represa e Uillar Per e Morales e Uillarmenter, que son pobladas, e Teiar e Uilla Verde que son yermas", 1352, LBecerroBehetríasLeón.
Moderna
- "...de la dicha villa de Tor de Humos..:", Ejecutoria del pleito litigado por Alejo y Juan Gutiérrez, hermanos, vecinos de Tordehumos, 1520, ARCHV, PARES.
- "Tordehumos", 1528, CPecheros.
- "Tordeumos", 1631, CSal.
- "Tordeumos", 1646, Vecindarios.
- "A la primera pregunta dijeron se llama villa de Thordeumos (sic)", 1752, CME, PARES.
Cognats i topònims relacionats
Las referencias a humo y a lugares humosos o ahumados son abundantes en la toponimia española, aunque parece que en la mayor parte de los casos no se hace referencia a torres que hacen señales de humo, sino más bien a lugares que han sido incendiados, por lo que están los restos ahumados, o bien a lugares en los que por distintas actividades, fundamentalmente carboneo, es frecuente ver humo. A título solo de ejemplos, que hay que estudiar en detalle para mayor precisión, cabe mencionar casos como Los Santos de la Humosa (Madrid), Los Humos (Murias de Paredes, Palencia), Villar del Humo (Cuenca), etc.
Toponimia de las zonas central, sur e insular atlántica PID2020-114216RB-C66,proyecto de investigación financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, integrado en el Toponomasticon Hispaniae.