ULIA
Derivado de la raíz hidronímica indoeuropea *wel ‘hacer girar’, con una terminación –ia habitual en nombres prerromanos de ríos (Avia, Navia, Limia, Umia, etc). A partir de una forma Volia citada por Afonso III en el año 906 y teniendo en cuenta Ulla citada por Pomponio Mela en el siglo I y las muy abundantes Ulia medievales (desde el siglo VI), Bascuas_1999 reconstruye un étimo *Wŭlia, con un tema wŭl correspondiente con la raíz *wel de Pokorny, difundida en muchas lenguas europeas (presente, por ejemplo, en el latín volvo 'dar vueltas') y con diversas especializaciones semánticas de carácter hidronímico, sobre todo en lenguas germánicas y balto-eslavas.
A partir de esa forma etimológica se produjo la vocalización del V- inicial (con paralelos en el navarro Ullate y en el catalán Oluges), y la abertura esperable de /ǔ/ que se advierte en Volia le sucede a oclusión en /u/ por inflexión del yod (como en el hidrónimo portugués Ul). Otros topónimos tendrían evolución divergente de esta raíz, con consonantización del W-: los gallegos Bollo, Bullón/Bullor y los portugueses Bulha, Bulhas, Bulho, Bulhão, entre otros.
Por su parte, Búa_TopPrel (p. 218) considera que Ulla y sus derivados (Ulloa, Ulló) son hidrónimos propios de la costa occidental galega.
Redaición: Ana Boullón