LŬPĀTO
A partir, en última instancia, del antropónimo LŬPUS, el nombre del animal, se han formado, ya en latín y después en las lenguas romances, muchos derivados mediante distintos sufijos. Podemos citar así casos como LŬPO, -ONIS, LŬPICUS, LŬPICĪNUS, etc. Uno de ellos fue, en efecto, LŬPĀTUS, LŬPĀTA, mediante el sufijo -atus, -ata, que probablemente conoció una variante con geminada. Este nombre, el que después llegó en castellano a Lobato está bien testimoniado en la península Ibérica ya desde el año 595 con formas como "domni mei Lopati episcopi", "terra de Lubato", etc., pero aún más lo está la formación sufijada en -ón, LŬPĀTO, LŬPĀTŌNIS, ac. LŬPĀTŌNE, con un par de centenares de ejemplos recogidos en HRN en todos los territorios y desde el año 956: "vinea de Lopatone" (CartStMillán, 84), "Oliba quealium nomen vocant Lobatone archidiaconus" (año 987), etc. Detalles y todos los ejemplos, en HRN 655-663.
Redacció: E. Nieto Ballester