Navarra / Nafarroa
Tipoloxia o caracterització xeogràfica
Étimo
Ámbito semántico
Resum general
Se trata probablemente de un corónimo formado sobre el gentilicio vasco nafar 'navarro,a', que parece proceder de una forma anterior con b, de *nabar, posible compuesto de naba 'llanura (entre cerros/montañas)' más el sufijo -ar que forma gentilicios en euskera (Leitza -> leitzar, N). A *nabar se le habrá añadido el sufijo locativo -oa que tenemos, por ejemplo, en Ondarroa (B), de donde el originario *Nabarroa 'la tierra de los navarros/as', convertido luego en euskera en Nafarroa y en romance en Navarra.
Aspectes geogràfics, històrics, administratius
Nafarroa / Navarra es el nombre del antiguo reino pirenaico que comprendía, a grandes rasgos, la Baja Navarra o Basse Navarre (en euskera Nafarroa Beherea o Baxenabarre), la Navarra Alta (en euskera Nafarroa Garaia) y, en otro tiempo, también lo que en la actualidad se denomina CAV, parte de La Rioja y parte de Aragón (véase Caro Baroja, 1971: 83 y ss.). Como es sabido, el reino o parte de él –la Navarra Alta– fue conquistado por las tropas castellano-aragonesas en el primer cuarto del siglo XVI y, con posterioridad, todas las fortalezas del reino fueron derruidas o desmochadas, para evitar levantamientos. También se puso sitio a San Juan de Pie de Puerto o Saint-Jean-Pied-de-Port (Donibane Garazi en euskera), capital de la Baja Navarra, pero al final las tropas castellano-aragonesas desistieron del intento, con lo que el reino de Navarra quedó reducido al territorio situado al norte de la cadena pirenaica, incluidas zonas del Béarn.
Hubo en el primer cuarto del s. XVI, en la actual frontera, una serie de sucesos interesantes que han quedado reflejados, a modo de película, en la documentación de la época:
«...y entre otros saquearon y robaron o fueron en saquear y robar al carnicero del duque de Alba y a sus compañeros en la sierra llamada Adarça en los puertos de Roncesualles los quoales bienes furtados y robados por Martin señor de la quassa de Boloc Sancho de Andioqui [...] mataron o fueron en matar a dos hombres del exercito de su magestad que passaban por el puerto de Valcarles y empues fueron assi muertos» (AGN, doc. de 1526)
«Johanes de Arranegui fustero de presente hauitante en la ferreria de Arranegui y de Johanes de Lessaca ferron de la ferreria de Ronzesualles en la Valcarles [...] de la casa de Bonloch Sancho de Andioqui [...] que el dicho Martin señor de la casa de Boloc ante del tiempo en que fue examinado por otro mato o fue matado a uno llamado Micheto Andia de Goycueta carbonero al tiempo residente en la ferreria de Begorre con una puynalada que le dio y por otra vez mato o fue en matar en los puertos de Roncesualles en la sierra llamada Adarça a uno llamado Gonçalo Regaton del ex[erci]to de su magestad y de que assi muerto lo trayeron a la yglesia del Burguete en donde lo enterraron» (AGN, doc. de 1526)
«...Pedro de Ychassu cantero de la tierra de Labort residente en la villa de Sant Juan y Gracian de Sant Juan fustero Johanes de Arranegui fustero de presente hauitante en la ferreria de Arranegui y testigos examinados por parte de los dichos Martin de Cestau y Graciana de Curiz su muger de catorze años [...] fueron examinados por testigos saltearon e robaron o fueron en saltear e robar a muchos que yban e benjan con bastimentos y otras cosas para la gente de guerra y subditos de su magestad yendo y viniendo a la dicha villa de Sant Johan y de ella a la ciudad de Pamplona cuyos nombres se dexan [...] por no saber quien son» (AGN, doc. de 1526)
Todo esto ocurrió en una zona donde previamente no había frontera, hecho que dio lugar a una serie de tristes sucesos entre gentes que habían pertenecido hasta entonces al mismo reino. Fueron necesarios al menos dos tratados internacionales (1785 y 1856) para establecer la frontera entre España y Francia, que fue acercándose cada vez más al puerto (de Ibañeta), hasta llegar al límite actual.
Información específica de étimo para este topónimo
Durante los últimos siglos se han dado diversas explicaciones etimológicas del nombre. Entre otras podemos citar la de Larramendi, la que ofrece el DRAH, la del apologista Astarloa, la de Risco y la de Humboldt. El primero, en su diccionario trilingüe (1745, vol. I, p. 73), dice así a propósito de Nafarroa 'Navarra' y nafar 'navarro': «Nafarroa decimos los naturales, ò por no confundir la significacion de aquel Reyno con la de navarrá vario de colores, ò porque queremos notarlos de orgullosos, y altivos de navar, nafar Navarro, y arroa esponjado, hinchado, sobervio». Es decir, estima que se pronuncia con [f] para no confundir el corónimo con nabar (nabarra con el artículo), término eusquérico que significa 'abigarrado', 'multicolor', 'pardo' (DGV/OEH), y cree que es un derivado de nafar 'navarro' y harro 'hueco', 'fofo', 'esponjoso', y en sentido figurado 'orgulloso', 'soberbio'.
El DRAH (vol. II, 1802: 57-59), en el capítulo dedicado a la etimología de la voz Navarra, dice que «su orígen es muy obscuro. Unos quieren que sea voz vascongada que significa tierra llana», pero el redactor no está de acuerdo con ello, «siendo increible, que un mismo pueblo que en su idioma se llamó Vasco ó Vasoco, que denota montañes, sin haber padecido su suelo alteracion alguna, mudara el nombre y tomara en su idioma el de Navarro, que significa todo lo contrario». El diccionario propone dos orígenes diferentes: a) Navarra viene de Navaros, nombre de un pueblo o, b) se trata del nombre que los vascos dieron a los descendientes de los nuevos colonos que se establecieron en Vasconia.
Astarloa (1803: 28) no está de ninguna manera de acuerdo con el DRAH: «Efectivamente, los Nabarros del siglo doce eran los Bascos que habitaban en las llanuras baxas del Reyno, que hoy se llama de Nabarra, y hacian una misma nacion con ellos, y no los Navaros de quienes habla Tolomeo». Rechaza lo que el diccionario señala, pero la explicación que él mismo da no resulta muy convincente: «Nabarra, de donde viene Nabarros, se compone de quatro palabras bascongadas; es a saber, Na, Be, Ar, y A: la Na entre nosotros quiere decir plano, llano, chato, y de todo aquello que es liso, no hondo, no eminente. La Be significa bajo, la Ar vale lo mismo que varón, y la A es artículo, o mejor una característica de nombre apelativo, y por lo mismo la voz Nabarra literalmente significa llano-baxo-de varón-el, y en la sintaxis castellana, el varón-del-llano-bajo».
Humboldt (1821: 15) escribe lo siguiente, haciéndose eco de la obra de Astarloa y alguna otra: «So bei der Etymologie von Navarra. Nava heisst flach und Fläche, und zwar, nach der ausdrücklichen Bemerkung eines handschriftlichen Wörterbuchs der Pariser Bibliothek, eine dem Gebirge nahe liegende Fläche [...]. Im heutigen Spanischen hat sich das Wort nava in derselben Bedeutung ['llano', 'llanura'] erhalten, wie der Name des berühmten, 1212 von den Christen gegen die Mauren en las navas de Tolosa erfochtenen, Sieges beweist. Arra ist häufig Endung der Vaskischen Wörter und so kann die Etymologie von Navarra, als eines ebnen Landstrichs an den Pyrenaeen, keinem Bedenken unterworfen seyn» ("en castellano actual la palabra nava ha conservado el mismo sentido [llano, llanura], como lo atestigua el nombre de la famosa victoria alcanzada el año 1212 por los cristianos sobre los moros en las Navas de Tolosa. Arra es una terminación muy frecuente de las palabras vascas, y la etimología de Navarra como comarca llana, próxima a los Pirineos, no ofrece ninguna duda").
Un poco más adelante (p. 18), de paso, dice así: «Das Vaskische kennt, genau genommen, kein f. Zwar wird manchmal der b und p Laut damit verwechselt, wie in apaldu und afaldu. Manchmal wird es sogar zum Unterschiede gleichlautender Wörter gebraucht, wie in dem Namen der Provinz Navarra, die Nafarra, zum Unterschiede von nabarra, bunt, schwarzgrau, geschrieben wird» ("el euskera, en sentido estricto, no admite la f. Pero muchas veces la b y la p se confunden con ella, como en apaldu y afaldu ('cenar'). Es empleada en ocasiones para distinguir palabras que suenan igual; por ejemplo, el nombre de la provincia de Navarra se escribe algunas veces Nafarra para distinguirlo de nabarra, abigarrado, gris oscuro").
Risco (1878: 2-3), por su parte, escribe que «Sandoval testifica haber visto papeles antiguos de hombres graves de Navarra, en que se decía que los primeros pobladores entraron por las montañas del Pirineo, y que llegando al suelo que tiene Pamplona, erigieron un altar en que ofrecieron á Dios sacrificio, dándole, por ser el primero, el nombre de Nova Ara, de donde se llamó toda la provincia con alguna corrupcion Navarra». Risco, sin embargo, no está de acuerdo con esa etimología (ibid., 4) que le parece inverosímil y ficticia.
En época posterior, ya en el siglo XX, Aebischer (1948: 64) estableció siete categorías a la hora de clasificar los «nombres de país», y en la cuarta tenemos, según el mencionado autor, aquellos que se basan en la denominación de un pueblo que habita o que ha habitado la región. Menciona, entre otros, Andalucía, Baviera, Borgoña, Bretaña, Francia, Galicia, Lombardía, Normandía y Sajonia. Unas décadas más adelante, Irigoien (1977: 515) propone, como terminación de Aezkoa, Gipuzkoa y Nafarroa, el sufijo -goa que indica profesión (arozgoa 'profesión de herrero') y sirve también para crear nombres abstractos. Indica este investigador, además, que la -a final es orgánica, no el artículo –es decir, que no es de quitaipón– y que tras sibilante sorda se ha solido ensordecer (gaitzerizkoa 'odio', onherizkoa 'amor').
Esto viene bien en el caso de Aezkoa y Gipuzkoa en cuanto a la forma, pero el sufijo -goa no ha tenido nunca, que sepamos, sentido locativo, y, por otro lado, la forma -oa que encontramos en Nafarroa y en Ondarroa (de hondar 'arena'; véase esta entrada en Toponhisp.), nombre de una localidad vizcaína, tiene todo el aspecto de ser más antiguo que -koa de Aezkoa y Gipuzkoa, como ocurre en una larga serie de sufijos que tienen dos variantes, una con inicial vocálica y otra con inicial consonántica (-asun/-tasun, -izun / -kizun, -un(e) / -gun(e), -kun(e), etc.), aunque hay al parecer excepciones (véase el par -tar/-ar más abajo, y toki/-oki en FHV, 250).
El nombre euskérico Nafarroa es, en nuestra opinión, un compuesto del gentilicio nafar 'navarro' y el sufijo locativo -oa presente también en Aezkoa (N) y Gipuzkoa, cuyos habitantes son llamados, respectivamente, aetz 'aezcoano,a' y giputz 'guipuzcoano,a', es decir, Nafarroa sería en origen 'la tierra de los navarros/as', lo mismo que Aezkoa sería 'la tierra de los aezcoanos/as' y Gipuzkoa 'la tierra de los guipuzcoanos/as'.
Nafar, por su lado, procederá de un anterior *nabar, dado que en vasco antiguo no existía el fonema labiodental sordo /f/ (FHV, 262, 266, nota 9, y 374) y dado que la relación que existió en euskera entre ambos sonidos era estrecha (véase Mitxelena, 1957: 127), dicho de manera más exacta, la f fue en un tiempo variante de la b, y posteriormente de la p, ya que «en épocas antiguas no era la sonoridad la principal distinción entre b y p –al ser la f sorda, habrían optado por la p–, sino la pronunciación débil o fuerte de cada una, y como la fricativa f solo podía ser débil, fue sustituida por la b» (Lakarra, 2018: 90). *Nabar, a su vez, podría ser un derivado de naba 'llanura (húmeda rodeada de cerros)', término conocido en toponimia eusquérica, en parte de la de Europa occidental y en la de otras zonas de la Romania. Ya menciona el étimo naba Nebrija, según nos recuerda Martínez de Zaldibia en el siglo XVI (c. 1560: 258): «...aunque Antonio nebrisense en su ystoria llama a Nabarra Nabaria por las muchas nabas que en ella ay, aludiendo al bocablo español de nabas».
No obstante, debemos señalar que, si bien el nombre es conocido en toponimia vasca de Navarra, es de muy baja frecuencia. Iztueta (1847: 22) por su parte, dice lo siguiente: «Gure asaba cintzo ernaiac icena ifini bear ciotenean toquiren bati, aurrenengo lana eguiten ceben beraren egoitzari beguiratzea oarrez ta artezaz, non eta nola cegoen eta cer dichaqui ta griña arquitzen citzaiozcan. Baldin toquia bazan ordeca luce ta zabala, icena jarrico cioten Naba edo Nabia, ezperen, Arandi edo Arandia; baldin ordeca bazan medarra, deituco cioten Ibarra [...]» "nuestros formales y despiertos antepasados, cuando tenían que ponerle nombre a un paraje, lo primero que hacían era mirar con mucha atención la situación del lugar, dónde y cómo estaba y qué propiedades y carácter le encontraban. Si el lugar era un llano largo y ancho, le pondrían por nombre Naba o Nabia; si no, Arandi o Arandia; si el llano era estrecho, le llamarían Ibarra [...]".
En la parte romance o romanceada de la Comunidad Foral La Nava es muy abundante y tiene también ciertos derivados (o los que parecen ser derivados, ya que no tenemos completa seguridad de que lo sean) como El Naval (Mirafuentes, Torralba del Río, Otiñano, Viana), si no proceden de nabo (compárense con Napal y Arbizu, N, el segundo en el Toponhisp.).
En la zona que es o ha sido históricamente de habla vasca, en Navarra, tenemos los topónimos Naba y Nababarrena 'la parte baja de Naba' (Sada / Zare), Nabarana 'el valle de Naba' (Eslava / Eslaba), Nabeta (Leatxe, Salaberri, 1994: 268, 539, 975-976). Además, existe una localidad llamada Navaz, Nabatz en euskera (Juslapeña / Txulapain), y un barrio Nabaz (Lesaka), que podrían ser compuestos de naba y sufijo locativo-abundancial -(a)tz. También es posible que Narbarte (Bertizarana), Nabart en 1212, proceda de *Nabarte (< naba + arte 'entre llanos') con la primera vibrante debida a repercusión (de la segunda); el valle en el que se encuentra Narbarte es llano, está flanqueado por un sinfín de montañas y la humedad no falta. Nabarzato, por su parte, es un término de Roncal / Erronkari, antiguo despoblado, cuyo nombre es un compuesto con primer elemento nabar.
En Burgui / Burgi (Erronkaribar / Valle de Roncal, N) hay Nabazarra, que no sabemos si se puede interpretar como 'la nava vieja', aunque parece que sí, y en Ezcároz / Ezkaroze (Salazar / Zaraitzu, N) teníamos Nabazkine, convertido hoy en Nabazkene, con posible base naba(tz), pero con una segunda parte (-kine) no clara, si no pensamos que -kin es el sufijo diminutivo (véase Salaberri, 2009: 139-140) y -e se debe al reanálisis del nombre (cfr. Ezkaroze en euskera, Ezcároz en castellano). En Bera (N) tenemos Nabasturen y en Auritz / Burguete (N) y Aezkoako mendiak / Montes de Aezkoa (N) hay Nabala, pero ambos son, para nosotros, de formación no del todo clara. Navascués / Nabaskoze (N) podría estar basado en naba, pero el final en -oz(e) nos lleva a ver un antrotopónimo (véase esta entrada en Toponhisp.).
El sufijo es -ar, -tar empleado para formar gentilicios (bizkaitar 'natural de Bizkaia', leitzar 'natural de Leitza', N) y que ya se documenta en las inscripciones aquitanas. En cuanto a la forma, Mitxelena (1954: 443, 447) piensa que -ar es variante de -tar, surgida por restricciones acentuales y, de acuerdo con las ideas de Martinet, dice el lingüista guipuzcoano (1957: 128) que dado que en Aquitania tenemos Baisothar y Hontharris (genitivo), puede pensarse que la oclusiva era aspirada en posición fuerte, es decir, delante del acento, hecho que explicaría las dos variantes -tar y -ar «cuya distribución original, hoy más o menos confundida, parece haber sido tras consonante y tras vocal, respectivamente».
En FHV (p. 50) da -t(h)ar como sufijo y en la misma obra, más adelante (pp. 256, 419), estima que el hecho de que algunos sufijos como -ki, -ko, -ti, -to conserven siempre la oclusiva mientras que -tar y -kor tienen variantes -ar, -or puede deberse a la presencia o ausencia del acento: -(t)ár lleva el acento en roncalés y suletino, pero -ko es siempre átono. Esto estaría relacionado con el hecho de que en las inscripciones aquitanas th, que alternaba con t, representaba una aspirada, de donde h, aunque no descarta que dicha letra esté indicando un sonido fuertemente aspirado, a pesar de que la oclusión no hubiera desaparecido totalmente. También es importante señalar que en las inscripciones aquitanas el sufijo -tar no se escribe nunca con doble consonante (-tt-), al contrario de lo que ocurre con otros sufijos como -co(n) (o -cco(n)), -ten (o -tten) y -to(n) (o -tto(n)), pero sí como se ha dicho con -th- (Mitxelena, 1954: 417). Esto se debería, según el lingüista guipuzcoano (1957: 128), a que las grafías dobles representaban la pronunciación fuerte de esas oclusivas, no una pronunciación aspirada.
Gorrochategui (1984a: 150), cuando estudia el nombre aquitano Baisothar, dice, tras los pasos del maestro, que el sufijo es -tar/-ar, y está claro que aquí el orden importa. Un poco más adelante explica el lingüista eibartarra que «el sufijo -thar es, sin duda alguna, una variante del corriente -tar, -tarris, que aparece en Bihotarris (gen. 137), Bontar (nom. 342), Hontharris (gen. 306)». Piensa que en el sufijo -thar (Baisothar) la H «parece indicar una oclusiva aspirada /th/, variante de la correspondiente no aspirada /t/, representada normalmente por T o TT» y remite a FHV (capítulo 11) de Mitxelena, para quien los pares de oclusiva pura y aspirada (p/ph, t/th, k/kh) eran variantes de un único fonema oclusivo fuerte, cuya realización dependía de su posición en la palabra. El mismo autor (Gorrochategui, 1984b: 264-265), en otro trabajo de la misma época, vuelve a repetir que en Baiso-thar, Hon-tharris y Hasco-tharris la th podría estar representando una oclusiva aspirada.
Como se ha dicho, de la forma antigua *nabar del gentilicio habrá salido nafar, del mismo modo que de abari 'cena' ha salido afari, o de ifernu, variante de infernu 'infierno', ha salido la forma ibernu que encontramos en Salinas de Oro / Jaitz (N) en 1577 (ybernuçuloaldea 'lo de cerca del agujero del infierno', que hoy escribiríamos Ibernuzuloaldea), por no mencionar, inversamente, Zufia, nombre de una localidad de Estellerria / Tierra Estella (N) mugante con Zubielki, ambos topónimos con base en zubi 'puente' (véase FHV, 266-267).
Si la evolución tras vocal ha sido -tar > -thar > (-har) > -ar (Mitxelena, 1957: 129), habrá que pensar que el supuesto *nabar, presunto antecedente de nafar 'navarro,a', no es tan antiguo como se podía tal vez creer, ya que del susodicho naba, tras añadirle la variante antigua del gentilicio -tar, habría salido *nabatar, forma que no está documentada, que sepamos, ni tampoco *nafatar, a pesar de que la variante nafartar 'nafar', 'navarro,a' se ha empleado y está todavía viva, pero, según todas las apariencias, es una forma redundante (y reciente), ya que el sufijo de gentilicio aparece dos veces (compárese con nongotarra en nongotarra zara? '¿de dónde eres'?). Es decir, no podríamos retrasar la creación del gentilicio a la época de las inscripciones aquitanas (aproximadamente siglos I-III de nuestra era; Gorrochategi, 1984a: 51), ya que, según lo dicho, la evolución habrá sido *nabatár > *nabathár > *nabahár > *nabár > nafár, y en Aquitania solo hay -tar y -thar, pero no -har (Mitxelena, 1954: 416-417).
Otra posibilidad es ver en el antiguo *Nabarroa, presunta forma antigua de Nafarroa, la base nabar 'abigarrado', 'de varios colores', 'pardo', haciendo referencia al color de la tierra de la zona primigenia del reino. Nabar es un adjetivo, y tendríamos que pensar entonces que un sustantivo como lur 'tierra' se había elidido, cosa nada rara en toponimia vasca, ya que todos los nombres de lugar que empiezan con la denominación de un color (Berdeaga < berde 'verde' + sufijo locativo abundancial -aga; Gorriti < gorri 'rojo' y sufijo locativo -ti; Luzaide < luze 'largo' y bide 'camino' y otros exigen ver un sustantivo elidido (harri 'piedra', 'peña', lur 'tierra', mendi 'monte' o similar).
El problema en este segundo caso sería explicar el gentilicio nafar, ya que de Nafarroa + -tar o -ar tendríamos nafarroatar, nafarroar, formas posibles pero inusitadas. No se entendería cómo ha surgido nafar, y tampoco de qué manera han nacido aetz y giputz, gentilicios de Aezkoa y Gipuzkoa citados. Por ello, parece que es más económico pensar que primero era el gentilicio y que luego sobre él se creó el corónimo, y no al contrario. Irigoien (1992: 164) dice así sobre esto: «Parece claro que los gentilicios señalados giputz, nafar y a(h)etz, preceden en el tiempo a los topónimos de formación vasca Gipuzkoa, Nafarroa y Aezkoa, pero para el elemento añadido no encuentro mejor explicación que la expuesta», es decir, piensa que procede del sufijo -goa visto más arriba.
Ya se ha dicho que el final -oa –que hay que distinguir del -oa procedente de -ona que tenemos, por ejemplo, en Larraona / Larragoa (N)– parece que indica 'lugar', tal como quería Azkue (1927: 182; 1934: VI-VII). Tenemos los ya mencionados Aezkoa y Gipuzkoa, que habrán salido respectivamente de *Aetzoa > *Aeztoa > Aezkoa y *Giputzoa > Gipuzkoa (dejamos aquí a un lado, de momento, el tema de la presencia o ausencia de la consonante inicial en el segundo), probablemente porque los sonidos africados eran largos y podían, por metátesis, dar dos sonidos, es decir, en lugar de considerar que la laminal africada vasca ([ts̻], <tz>) era como dice Mitxelena un sonido simple o monofonemático, se puede pensar que era largo y podía producirse interversión (véase Salaberri y Zaldua, 2019: 37), como en hertze > *herzte> heste 'intestino', ortzegun > *orztegun > ostegun 'jueves', por ejemplo.
De todos modos, el mayor problema que esta explicación tiene es la evolución del supuesto final -toa a -koa, es decir, no se ve claramente por qué Aezkoa y Gipuzkoa no son *Aeztoa y *Gipuztoa. En el segundo caso se puede pensar en una asimilación de velares *Gipuztoa > Gipuzkoa, pero debe tenerse en cuenta que la forma sin consonante inicial Ypuçcoa está documentada en el s. XI (Salaberri y Zaldua, 2019: 193), y que la forma más habitual del gentilicio en el medioevo es iputz –escrito de diversas maneras– (ibid., 197), por lo que no es probable que se produjera disimilación. En el caso de Aezkoa, por su parte, no hay posibilidad de que dicho fenómeno de inducción ocurriera, porque no hay ninguna velar inicial.
Una solución podría ser pensar que ha habido confusión de punto de articulación (véase FHV, 238), como en el caso opuesto de Erret Ihera (N, 1150) de errege + (e)ihera 'el molino real', que está en lugar del «esperado» *Errek Ihera, ya que se parte de una velar sonora (errege 'rey'), y lo mismo tenemos en Erretola (escrito (de) Retola, G, 1479), de errege + ola 'la cabaña real', 'la ferrería real' y otros (Salaberri, 2018: 349-350). Que el sufijo tuviera una vocal posterior pudo ayudar a la velarización de la consonante.
Para terminar, digamos que el paso *Nabarroa > Nafarroa (euskera) / Nabarra (escrito Navarra) (romance) es similar al de *Subeloa (?) > Zuberoa (euskera) / Subola (Fredegario, s. VII), Soula (1085), Sobla (1125), Seule (1150-1170), Sola (1599), Soule (actual) (romance), región del País Vasco norte.
Documentació històrica
Antiga i medieval
«Regnante Sancio rege in Aragone et in tota Nauarra» (1086, Martín Duque, 1983: 178)
«Comite Sancio in Nauarra» (1087, Martín Duque, 1983: 180, 182)
«Sancio comite in Nauarra» (1093, Martín Duque, 1983: 203, 204)
«Comite Sancio in Nafarra» (1102, Martín Duque, 1983: 270)
«Regnante rege G[arcia] in Nauarra» (1146, 1147, 1150, Lacarra, 1965: 171, 174, 176)
«Regnante Sancio in Nauarra» (1152, Lacarra, 1965: 177)
«Regnante rege Sanctio in Nauarra» (1152, Lacarra, 1965: 178)
«Regnante Sancio rege in Navarra» (1156, Lacarra, 1965: 181)
«Sancius rex in Nauarra» (1158, Lacarra, 1965: 187)
«Regnante rege Sancio in Nauarra» (1228, Lacarra y Martín Duque, 1986: 18)
«Regnante rege in Nauarra Teobaldo filio regis Theobaldi» (1258, Lacarra y Martín Duque, 1986: 74)
«Dona Iohana, fii del rey don Enrric, reyna de Nauarra» (1278, Lacarra y Martín Duque, 1986: 85)
«Rey de Nauarra don Ffelip» (1296, Lacarra y Martín Duque, 1986: 139)
«[K]arlos, por la gracia de Dios rey de Nauarra, conte de Eureus» (1350, Lacarra y Martín Duque, 1986: 268)
«Karlos, por la gracia de Dios rey de Nauarra, conte de Eures» (1385, Lacarra y Martín Duque, 1986: 349)
Moderna
«Gucizco Andre Noble Ioanna Albrete Naffarroaco Reguina» 'la muy noble reina de Navarra Joana de Albret', «Iaincoac deitzen baitzaitu hala çure Naffarroaco resuman-ere Satani guerla eguitera» 'si Dios te llama así también en tu reino de Navarra a combatir a Satán' (J. Leizarraga, 1571; dedicatoria del Testamentu berria a Joana de Albret, reina de Navarra)
«Araba lutoz jançiric / ez ara eroan / barrundiarra frutaric / Nafarroaric / jasi çebidi gararric» 'Álava vestida de luto / no lleves allí / barrundiarra (natural de Barrundia) ninguna fruta / no baje de Navarra cebada' (J. Perez Lazarraga, c. 1600; p. 1202, según la paginación de la época)
«El emperador Carlos Quinto de gloriosa memoria gustaba de hablar vascuence [...] y asi de personas fidedignas he sabido, que encontrando en el camino á un arriero de Navarra le preguntó en bascuence: Mandazaia nondic zatoz? Arriero de donde venis? y respondió Nafarroatic de Navarra: y luego le preguntó mas Nafarroan gari asco? en Navarra hay mucho trigo? y respondió, bai Jauna asco, si Señor mucho: concluyó el emperador diciendo: Nafarroan gari asco, batere batere ez neretaco, en Navarra mucho trigo pero nada nada para mi» (Martinez de Isasti, 1850 [1625-26]: 168)
«Naffarroa behereco parte hetan» 'en aquellas partes de la Baja Navarra', «Naffarroaco parlamenta» 'el parlamento de Navarra', «Naffarroaco hirur estatuac» 'los tres estados de Navarra', «Naffarroa garayan» 'en la Navarra Alta', «Naffarroa beherean» 'en la Baja Navarra' (P. Agerre «Axular», Gero, 1643, pp. 6, 8, 17)
«Adiskide gabe bici den aberaza Picatüetan lo guiten daza [...]. Picatüac erraiten diote Bortuco bide hersi eta campixbati, sein baita Otsagabiren eta Larraneren artean, Nafarroa garaico eta Suberoaco mugan» 'el rico que vive sin amigos duerme en Pikatüak [...]. Le dicen Pikatuak a un camino estrecho y peligroso del Pirineo, situado entre Otsagabia y Larraine, en la muga de la Navarra Alta y Zuberoa' (Oihenart, 1657; refranes, 6)
«Orhico xoria Orhin Laket. Orhi da Bortuetan mendi gora bat, Nafarroa elgataco, eta Suberoaco mugan» 'Al pájaro del Orhi le gusta el Orhi. El Orhi es un monte alto de los Pirineos, en la muga de la Navarra Alta y Zuberoa' (Oihenart, 1657; refranes, 372)
«Naffarroaco historian» 'en la historia de Navarra' (J. Tartas, 1666: 24)
«O Nafarroa leala!» 'Oh Navarra leal', «Nafarroac ezarri du / erreguearen obian» 'Navarra lo ha puesto / en la tumba del rey' (F. Aleson, 1666; apud Mitxelena, 1964: 137)
«...Eneco, eta Semeno Nafarroaco Erregue içan ciren» 'Íñigo y Jimeno fueron reyes de Navarra', «Sarthu cen Naffarroaco eremuetan, eta setiatu zuen Iruñea Escualdunen hiri buruçaguia» 'entró en las tierras de Navarra y sitió Pamplona, la capital de los vascos', «Doña Catalina Iruñeco alaba, Naffarroaco Erreguina» 'Doña Catalina, hija de Pamplona, reina de Navarra', «Franciaco eta Naffarroaco Erregue» 'rey de Francia y de Navarra', «Naffarroaco Patroina» 'patrón de Navarra', «Naffarroa garaja parteric guehiena; Naffarroa beherea; Çuberoa» 'la mayor parte de la Navarra Alta, la Baja Navarra, Sola' (p. 49) (J. Etxeberri de Sara, [1907]1712, pp. 34, 38, 49)
«Urteco igande guztietaraco platicac edo itzaldiac Nafarroan, Elcano deritzan errian, bertaco vicario jaun don Joaquín Lizarragac compondu eta predicatuac» 'pláticas o conferencias para todos los domingos del año, compuestas y predicadas en Navarra, en el pueblo que se llama Elkano, por el señor don Joakin Lizarraga, vicario del lugar' (título del libro de J. Lizarraga, XVIII-XIX).
Paisatge toponímic proper
Aezkoa (N)
Arberoa (BN)
Gipuzkoa
Itzoa (microtop., N)
Ondarroa (B)
Ubilloa (microtop., N)
en Toponimia del País Vasco y Navarra (PID2020-114216RB-C64), proyecto integrado en el Toponomasticon Hispaniae, financiado por el MCIN/AEI/10.13039/ 501100011033