Cabezón de la Sal
Tipoloxia o caracterització xeogràfica
Resum general
Cabezón de la Sal es un topónimo compuesto por dos sustantivos semánticamente transparentes, ambos procedentes del latín, el primero de los cuales es más antiguo que el segundo. El sustantivo cabezón (der. lat. CAPĬTIU) nombra una elevación del terreno, mientras que la sal (lat. SALE) alude a la presencia de esta sustancia en el lugar y es un reflejo de cómo su extracción fue durante siglos una de las principales actividades económicas de la localidad.
Aspectes geogràfics, històrics, administratius
Cabezón de la Sal es una localidad y municipio cántabro perteneciente a la comarca Saja-Nansa, de la que ostenta la capitalidad. Dista 44 km de Santander, la capital de la comunidad autónoma. El término municipal cuenta con una extensión de 33,56 km2 y es atravesado desde el suroeste al nordeste por el río Saja en la llamada Hoz de Santa Lucía. La localidad está situada a 128 m sobre el nivel del mar en el fondo del valle que forma la sierra del Escudo de Cabuérniga.
Desde 1099 el lugar perteneció al Alhoz de Capeçón, designación que implica que el lugar desempeñaba la capitalidad de la zona del curso medio del río Saja. El término alfoz (del á.a. ḥawz ‘distrito’ LexTopAnd, 257) fue una forma antigua de denominar el valle, que es la unidad básica de organización del territorio en Cantabria. Esta antigua denominación de los alfoces medievales cántabros solo ha perdurado en el topónimo Alfoz de Lloredo, municipio de la Costa Occidental de la comunidad autónoma de Cantabria. El término alfoz alternó durante los siglos X-XII con otros apelativos como VALLE, CASTRUM, VILLA, patria o territorio hasta que, a partir del siglo XIII, se impuso la denominación valle (el valle de Cabezón).
La localidad es una antigua encrucijada de dos importantes rutas medievales: hacia el este, el camino que se dirigía a las Asturias de Oviedo; hacia el sur, la llamada ruta de los foramontanos, uno de los caminos de la primera repoblación de la Castilla altomedieval y del valle del Duero. En 1544 el valle de Cabezón junto con otros nueve valles de Cantabria comenzó el Pleito de los Nueve Valles que enfrentó a estos nueve valles con los duques del Infantado. Este pleito, fallado a favor de los valles en 1581, fue el germen para la constitución en 1630 de la provincia de los Nueve Valles y en 1778 de la provincia de Cantabria. En 1979 fue la primera localidad en reclamar el estatuto de autonomía para Cantabria.
Información específica de étimo para este topónimo
Cabezón de la Sal es un topónimo compuesto por dos sustantivos semánticamente transparentes. A pesar de que en algunas monografías se relaciona cabezón con la unidad de medida utilizada en época romana para el comercio de la sal, los datos corográficos apuntan al lat. CAPĬTIŌNE, derivado de CAPĬTIU 'cabeza', apelativo utilizado en sentido metafórico para nombrar una elevación del terreno. En este caso, el apelativo debe su nombre al Pico la Torre, una elevación de cima redondeada a cuyas faldas se sitúa el núcleo urbano y en donde se emplazó una torre de vigilancia en la Edad Media, de la que apenas se han encontrado restos. Además de custodiar las salinas del lugar, esta torre sirvió para proteger la encrucijada de caminos que confluían en Cabezón de la Sal.
El segundo componente del topónimo es el sustantivo sal (lat. SALE) que determina a Cabezón por medio de la preposición de. La sal era un ingrediente primordial en la dieta nutritiva de las personas y el principal condimento para la conservación de los alimentos. Por estas razones, las salinas fueron desde antiguo un bien de alto valor estratégico para las poblaciones. En el caso de Cabezón, las vinculaciones de este mineral con la futura villa se registran muy tempranamente. A comienzos del siglo IX se alude a los pozos para la extracción de la sal: "aqua moria que dicitur salsa", c. 817, CDCatedralOviedo 1, doc. 5, p. 19; "et in Capezone de illo puteo regali per omnes ebdomadas de toto circulo anni die lune tres pozales de aqua moria que dicitur salsa” (ibidem). En un documento de 1099 se mencionan expresamente sus pozos de sal: “et de parte salis putei de Capezón” (DCBurgos_1, doc. 67, pp. 130-131).
En la localidad la sal se extraía de unos pozos a los que afluía agua salada. En su origen, esta agua era dulce y brotaba de manantiales. Sin embargo, al fluir por paredes de sal gema, el agua se salinizaba hasta alcanzar una concentración de 300 gramos por litro. A diferencia del procedimiento utilizado en las salinas mediterráneas, el clima húmedo y lluvioso del Cantábrico impedía una desecación natural de la salmuera a través del calor solar. De manera que, para obtener la sal, había que hervir el agua salada o moria en unas calderas —llamadas tueras — situadas en unas chozas u ozinas, para lo cual se empleaba la leña seca recogida en los montes comunales. La extracción de la sal fue una de las principales actividades económicas de la localidad y una de sus fuentes tradicionales de riqueza a lo largo de la Edad Media y la Edad Moderna. En 1404 la renta que derivaba de su explotación ascendía a 12 000 maravedíes; en el año 1430 se elevó a los 38 000 maravedíes anuales. Los derechos de explotación de estas salinas correspondieron a la Abadía de Santillana hasta el año 1445, fecha en que se crea el Marquesado de Santillana, cuyo linaje arrendó los derechos sobre el pozo. En 1564 las salinas de Cabezón se incorporaron a la Corona, quedando su administración a cargo del Procurador General y de los regidores de la villa.
Las Ordenanzas de la Villa de Cabezón del año 1580 recogen numerosas disposiciones destinadas a regular la obtención de sal por parte de los vecinos, así como los detalles de esta labor (Pérez Bustamante, 1980). Tanto las tueras como las ozinas eran de propiedad individual, a excepción de una que era detentada por el concejo y regida por un procurador. Los turnos para el cocimiento o cochura se establecían de una manera muy rigurosa y solo podían sacar sal los vecinos de la villa que estuvieran en posesión de una licencia de sacador de la moria, estando prohibido trabajar en las salinas en domingos o fiestas de guardar. A mediados del siglo XIX Madoz todavía consignó la existencia de una "fábrica de sal a fuego" dentro de las actividades industriales del municipio (DicMadoz, s. v.).
Durante la Edad Media el topónimo se registra únicamente con el sustantivo base Capezone (c. 817), Capeçone (1098), Capezón (1099), Cabeçone (1122) o Cabeçón (1352) con palatalización regular de -TY-, que finalmente da lugar a la fricativa interdental sorda /θ/. En las menciones documentales más tempranas (siglos IX y XI) la consonante oclusiva intervocálica /-p-/ se mantiene todavía sin sonorizar (Capeçone , Capezón), en tanto que la sonorización está consolidada en el siglo XII (Cabeçone, Cabeçón). La agregación del adjunto preposicional de la Sal a la base nominal consta desde mediados del siglo XVIII y tiene su origen en las reformas territoriales emprendidas por la administración borbónica. En 1727, por ejemplo, la "Ordenanza para la unión de todos los distritos de la provincia de Cantabria, acordada en junta general celebrada en Santander", todavía registra la forma Cabezón formando parte de uno de los Nueve Valles junto a Cayón, Penagos, Villaescusa, Camargo, Piélagos, Reocín, Alfoz de Lloredo y Cabuérniga.
Documentació històrica
Antiga i medieval
- "Ego Ramilus, rex facimus kartulam testamenti de monasterio nostro vocabulo Sancti Martini de la Thovia, quod fundavimus in Asturias in territorio de Cabezon" 817 ColDipSant, doc. I, p. 6.
- "et in Capezone de illo puteo regali" c . 817 CDCatedralOviedo 1, doc. 5, p. 19.
- "et in Capezone ecclesia Sancti Petri totas cum ómnibus suis apenditiis" c . 817 CDCatedralOviedo 1, doc. 5, p. 19.
- "et dedi pro ipsa hereditate proprio meo monasterio, que vocitant Sancto Iohanne de Capeçone" 1098 CartSant, doc. LXXI, p. 92.
- "et de parte salis putei de Capezon”; “in alhoz de Capezon" 1099 DCBurgos_1, doc. 67, pp. 130-131.
- "en la villa de Cavezón a veinte y nueve días del mes de diciembre, año del Señor de mil y quinientos ochenta años" 1580 Pérez Bustamante, 51.
Moderna
- "Dixeron que esta población se llama la Villa de Cavezón de la Sal" 1753 CME, h. 53r.
- "don José Gaspar de Prieto, Diputado del Real Valle de Cabezón de la Sal" 1779 LibAcCant, p. 21.
- "por aquellas reales salinas de Cabezón" 1783 LibAcCant, p. 37.
- "Cabezon de la Sal" 1789 Floridablanca.
- "Cabezón de la Sal. Partido judicial de Valle de Cabuérniga" 1845-1850 DicMadoz, s. v.
- "Cabezón de la Sal. Villa en la provincia y diócesis de Santander" 1845-1850 DicMadoz, s. v.
Cognats i topònims relacionats
Cabezón de Liébana es un municipio perteneciente a la comarca de Liébana en Cantabria. El topónimo se documenta en 1039: "in territorio leuanensi fundata est iusta opidum quod uocitatur Cabezon" (CDPiasca, doc. 29, p. 67). En ese mismo documento: "Piasca, monasterium qui est super ribulo qui discurre de serra de Arbas usque ad mare, iuxta castellum Kapezone in territorio Lebanense" (CDPiasca, doc. 29, p. 68) La base del topónimo se refiere a la elevación donde se asentaba el castillo que vigilaba el valle, muy cerca del antiguo monasterio de Santa María la Real de Piasca (DETMCant, 97). Como señala Julia Montenegro (CDPiasca, p. 280), "la importancia de Cabezón de Liébana radica en su excelente vega sobre el río Buyón y sobre todo en su emplazamiento en la antigua calzada romana que desde Potes iba a Cervera".
en Toponimia de Aragón, Cantabria y La Rioja (PID2020-114216RB-C63), proyecto integrado en el Toponomasticon Hispaniae, financiado por el MCIN/AEI/10.13039/501100011033/. https://toponhisp.org/