*LAVALIU
Posiblemente de la raíz hidronímica lou-, lou̯ə- 'lavar' (IEW), que originó también el verbo latino lavare. La terminación está presente en otros topónimos prelatinos como Torallo, Briallo(s). En la toponimia peninsular hay varios nombres de lugar que podrían tener este origen: gall. Lavallo, Navallo, ast. Llavayos, Navayu, Navachos, arag. Navallo, cat. Navall, cast. Sinlabajos; téngase en cuenta que varios de los topónimos que hoy presentan N- registran L- en la documentación histórica. La misma raíz sería compartida con LAVANDARIA. Para algunos de esos topónimos también se ha considerado un étimo prerromano NAVA.
Por otro lado, en diversas ocasiones se propuso para estos topónimos un étimo romance. Para el catalán, Coromines propone el lat. cl. LAVACRUM 'rentador', 'safareig', 'bassa d'aigua”', a través de la forma *LAVACLU del lat. vulgar. La variante con N- se debería a una disimilación “l-l > n-l quan allí encara sonava laval֢o”, apoyada por la contaminación con el radical nava (OnCat s.v.). Para el topónimo cast. Sinlabajos también se ha propuesto un étimo romance, derivado del latín lavar (vid. LAVAJO). Para el port. Lavajo del Alentejo, seguramente castellanismo, J. M. Piel propone el latín *lavacŭlu ‘lugar donde se lava”, de formación semejante a cenacŭlum, pugnacŭlum, habitacŭlum, etc. (PielAguasTop).
Frente a estas hipótesis, existen objeciones desde el punto de vista semántico y morfolóxco. E. Tuttle_1975 (37-43), que considera el italiano lavacchio cognado del español (también significa 'lugar húmido, charco'), objeta que este sufijo no indica normalmente lugares, ni es habitual el uso de derivación despectiva en la toponimia. Por esa razón, en el contexto de la formación de palabras en el latín tardío, *LAVAC'LUM no puede considerarse derivado directo de lavar. Si es un sustituto tardío en el latín hablado de LAVACRUM, como propone Coromines, es llamativo porque -CRUM surgió precisamente por la reticencia de los hablantes a que un -l- en la raíz verbal precediese a otro -l- en el sufijo (cf. ambulacrum 'lugar para caminar', de ambulare). El procedimiento más habitual fue la utilización de otros sufijos instrumentales: coperculum > copertorium, ventilabrum < ventilatorium. De todos modos, Tuttle considera posible que, dada la polisemia del sufijo -CŬLU, sí sería posible esa transformación. Y la formación del esp. lavajo debió propiciar navajo en la voz semánticamente adyacente nava 'tierra baja', 'pantano'.
En todo caso, a estas objeciones morfolóxicas se le suma el hecho de que las atestaciones medievales gallegas nunca se representan con el sufijo -CŬLU, lo que implica que los escribas, habituados a utilizarlo como diminutivo (ribusculus, arbusculus, corpusculu…) no lo reconocieron en estas palabras. Estas dificultades se solventan si se considera una forma de sustrato, previa al latín, con cruce semántico con las formas latinas.
Erredakzioa: Ana Boullón