El latín tabǔlāta 'pequeña construcción hecha con tablas' (DuCange) deriva de tabŭlo, y este de tabǔla ‘plancha de madera’. Su motivación toponímica puede ser la misma de la acepción latina (probablemente aplicada a un puente de madera) o deberse a su extensión metafórica al terreno de la orografía: de 'cubierto de tablas' a 'terreno llano'. También se utiliza en hidronimia para designar las zonas de un río con aguas mansas.

Dio lugar a distintos topónimos en la Península Ibérica: en Galicia, con dos evoluciones divergentes: Taboada y Trabada (con derivados Taboadela, Taboadelo); en Portugal: Tabuados, Tablado, Tablados (y los derivados Taboadela/Tabuadela, Taboadelo/Tabuadelo); en Asturias: Trabada, Trabáu, Tabláu (y los derivados Tabladiello e Tabladiel); en León: Tabladas (y el derivado Trabadelo); en castellano, Tablada, Tabladas, Tablado (y el derivado Tabladillo y el compuesto Bustablado); en catalán:Taulat, Taulada.

Se atesta en el noroeste peninsular desde el siglo VIII: "in montem super Tabulata" 775 CDCatedralLeón 1, pp. 3-5.