FŌRMĀCEA, FŌRMĀCEU
El adjetivo
FŌRMĀCEUS, -A, -UM existe ya en latín clásico, aunque es un poco usado. Se trata de una formación derivada de FŌRMĀ, "horma", "molde", con lo que el significado originario es, por tanto, "hecho con molde", "hecho a molde". Precisamente lo hallamos aplicado a paredes en Plinio 35, 18, FORMACEI PARIETES, "paredes hechas con moldes", con referencia a una técnica milenaria que aún se da en la actualidad y que es denominada usualmente en castellano "tapial". Básicamente consiste en el levantamiento de muros con tierra apisonada. La pervivencia románica directa de la palabra se da solo, a lo que sabemos, en castellano (REW, 3442), entendiéndose que la forma masculina hormazo (PARIES era en latín masculino) ha precedido a la femenina, hormaza.
Redaición: E. Nieto Ballester