SŬB
El significado fundamental y más antiguo del lat. SŬB y, más allá, del ie. *(s)upo, del que procede, es el de ‘hacia arriba’ (cf. ingl. up, al. auf), por oposición al lat. DE ‘desde arriba’ (cf. SŪRSUM / DEORSUM > cast. suso / yuso). Del sentido ascendente original ‘hacia arriba’ se derivan el de ‘por detrás, a continuación’ y finalmente el de ‘bajo, debajo’, valores secundarios que luego adquirirán importancia. El movimiento que se dirige ‘hacia arriba’ se inicia necesariamente ‘debajo’ o más abajo, y de esa doble referencia (‘hacia arriba’ / ‘debajo’) surgió la polisemia.
Todos los valores expresados por SŬB en latín han tenido mayor o menor continuación en romance y de ello dan testimonio en castellano palabras como subir (< lat. SUB-IRE 'ir hacia arriba'), sostener, soportar, sublevar o sublime –donde se mantiene el sentido inicial de ‘hacia arriba’–, como suceder, subseguir, subdirector o sufijo –donde se percibe el de ‘por detrás, a continuación’– y como sucumbir, sumergir o sustrato –ya sí con el valor de ‘bajo, debajo’. Cf. García-Hernández_Sub.
En la toponimia hispánica está muy presente este componente, reconocible generalmente en la forma So-, también Su- –en especial en el noroccidente peninsular–, y, más difícilmente en otras varias evoluciones formales (Se-, Si-, Zo-...). Cf. GarcíaSánchez_Sub.
A partir del significado originario de SŬB (‘hacia arriba’), el prefijo en los topónimos indicaba una dirección ascendente o de aproximación respecto del lugar que designaba el nombre que le seguía ('al pie de'), y ese es precisamente el valor que ha prevalecido y que se manifiesta en la mayor parte de los topónimos que lo contienen (‘al pie de’, ‘junto a’). Se sitúa, de esta manera, en claro paralelo con la expresión Pie de, visible asimismo en algunos nombres de lugar.
Redacció: J. J. García Sánchez