La forma latina *CARIO es de origen prerromano y probablemente proviene de una forma céltica *KARIO, que a su vez se relaciona con la raíz kar- 'piedra, roca', presente en indoeuropeo y emparentada con el vasco antiguo karri (DECat VI, 926-935). En catalán dio la forma quer 'peña, roca grande', en desuso desde el final de la Edad Media, pero que ha dejado muchas huellas en la toponimia, sobre todo en la pirenaica, donde abundan las grandes rocas y elevaciones rocosas. *CARIO también ha dejado reflejos otras lenguas: oc. quier, quir, chier 'pedra, roca'; fr. chirat; fr. pro. chirat, chirom 'munt de pedres'.

Véase los étimos *CARĂMA, *CARNOTA  y *CARAMBA, que parecen presentar esta misma raíz.