ILĬCĪNA
El adjetivo latino ĬLĬCĪNUS, -A, -UM ‘concerniente a la encina; enciniego’, es un derivado de ĪLEX 'encina; Quercus ilex y Quercus rotundifolia' (dmlbs, gaffiot, tll); en latín, también se aplicó ĪLEX a la coscoja (lew I: 678). Si inicialmente fue acompañado de un sustantivo, ĂRBŎREM ĬLĬCĪNAM 'árbol de aspecto de encina [en referencia a la encina hispánica, de fisonomía diferente a la itálica]', por elisión posterior pasó a la toponimia y al léxico común el adjetivo sustantivado. Meyer-Lübke, en efecto, atribuye a ĬLĬCĪNA un sentido conjetural 'encina'; a partir de esta base se originan distintos resultados románicos (rew § 4263). ILICĪNA es una forma tardía que sustituyó al clásico ILICEUS (decat I: 245); también constan los derivados ĪLIGNUS, ĪLIGNEUS (DeVaan_EtymDicLat 298).
En el área castellana oriental y aragonesa, es verosímil la pervivencia de una forma *lezina, *elezina, como adjetivo heredero directo de ILICĪNA sin síncopa, que se nasaliza (como parecen sugerir los apellidos Lencina, Lencinas) y luego deglutina como proponen Corominas y Pascual. En el área catalana *elzina se habrá convertido pronto en alzina, dada la frecuencia de la inicial al- (dcech s.v. encina; decat s.v. alzina); un fenómeno similar convertiría las primitivas *elzina del área asturleonsa en *alzina. La evolución que conduce al actual castellano encina se habrá producido, siguiendo a dichos autores, por propagación de la nasal seguida de deglutinación ILICĪNA > *elezina, *lezina > *elenzina > el enzina. Muy distinto es el proceso postulado por García Arias, con síncopa (*elzina) y posterior intrusión de la preposición en sustituyendo a la sílaba inicial; en todo caso, la reducción -lz- > -z- desde alzina es fenómeno conocido en el ámbito asturleonés (della s.v. ancina). Se inclinan Corominas y Pascual, por otra parte, a ver en la forma gallegoportuguesa azinha una deglutinación directa sobre *lazinha < ILICĪNA (dcech s.v.). Pero la pérdida de la l, que hubo de ser temprana, ocasionaría una i inicial larga, que por disimilación con la subsiguiente (i i > a i) llevaría, con facilidad, a resultados como el gallego aciña; una posterior propagación de nasal explicaría enciña.
Redacción: Pascual Riesco Chueca