AMĬDDŬLA
Se trata en latín de un préstamo popular, de forma muy inestable, del griego ἀμυγδάλη, que en la lengua escrita se transcribe a menudo con varias formas del tipo AMYGDALA, AMYDĂLA, AMYDĂLUM. En latín significa en ocasiones el fruto del árbol, a veces el árbol mismo, como ocurre en griego. Encontramos también otras formas del tipo AMANDŎLA, AMANDŬLA, probablemente alteradas por asociación de timología popular con AMANDUS, forma de participio de futuro pasivo del verbo, entendiendo la almendra como "la que se ha de apreciar". La palabra ha sufrido también en las distintas lenguas romances profundas alteraciones. Puede verse con provecho DÉLL s.v. REW 436, quien recoge tres étimos distintos para dar cuenta de la gran riqueza románica en el caso de esta palabra, a saber, (1) AGMYDĂLA, (2) AMYNDĂLA, (3) AMANDOLA. Citemos así el cat. ametlla del primer étimo, el gall, port. y cast. almendra, el aprov. amendola o el sic. mennola del segundo, el it. mandola, mandorla, el fr. amande, etc. del tercero.
Redacció: E. Nieto Ballester