PĬNNA
Es PĬNNA un término latino bien conocido, de historia especialmente compleja, particularmente en los romances hispánicos. El vocablo en latín designa, en principio, a la "pluma" con un significado, por tanto, parecido o igual al del sustantivo PLŬMA. De este significado de "pluma" se pasó después de forma natural al de "ala", sobre todo teniendo en cuenta que formalmente el vocablo es casi igual que el conocemos también para "ala", lat. PENNA, del cual, en última instancia, puede que sea variante local (lo que explicaría bien la geminada, pues parece que PENNA puede proceder de *pet-sn-a, siendo *pet- una raíz bien conocida con el significado de "volar"). A partir de este significado de "pluma" o "ala" su uso en lenguas técnicas especializadas ha permitido cambios semánticos grandes, para designar, en definitiva, todo objeto con una forma más o menos semejante a una pluma o a una ala, como una "·aleta", un "ala de un timón" y también la almena de una muralla. A partir de este significado de "almena de una muralla" es característico del conjunto de lenguas romances hispánicas la evolución común a "roquedo", "cerro", "peña"· e incluso quizá "fortificación en alto". El que esté presente en igual medida, nos parece, en todos los romances hispánicos sin que se pueda afirmar que haya tenido lugar en uno extendiéndose a los demás, creemos que puede mostrar que el hecho es de "latín hispánico", aunque todo ello, como es usual en esta obra, sea completamente ignorado por Adams_2007 (DÉLL 508). Como quiera que sea, con el significado de "·pluma" ha tenido amplia pervivencia en las lenguas romances, mientras que en las hispánicas el significado más usual ha sido el señalado de "peña", "roquedo", guardándose en gran medida PLŬMA y PENNA para el de "pluma", "ala": port. gall. pena, cast. peña, arag. penna, cat. penya, it. penna, "pluma", log. pinna, "pluma", etc. (DicCat, s. v. penya, DCECH s. v. peña, etc). DELP s. v. pena señala tres voces, una primera con significado "pluma de ave", otra segunda con el significado "castigo, pesar" y una tercera con el significado de "rochedo". A ellas añade una cuarta forma penha que es, claramente, la voz castellana penetrada en este idioma, útil para evitar o aminorar la homonimia señalada.
Redacció: E. Nieto Ballester